En carta dirigida a la ministra de Energía y Minas, Rosa María Ortiz, las empresas Enel, Duke Energy Egenor, Termochilca, Fénix Power, Kallpa Generación y Statkraft Perú, pidieron dejar sin efecto el proceso de licitación de la central térmica de Quillabamba, y que si el proceso se continúa, se descalifique como postor a Luz del Sur.

En principio, explican que de continuarse con ese proceso se ahondarían las distorsiones que -afirman- existen en el mercado eléctrico, y se pondría en riesgo la sostenibilidad del sector en el país.

En caso de que se decida proseguir con el proceso de promoción de esa iniciativa del Estado, las citadas compañías plantean que ProInversión proceda a descalificar a Luz del Sur como postor válido en el proceso, por tratarse de una empresa de distribución, que -señalan- “no puede realizar actividades de generación bajo la misma persona jurídica”.

Persona jurídica
“No estamos en contra de que cualquier inversionista desarrolle simultáneamente actividades de distribución y proyectos de generación, pero que lo haga cumpliendo con el marco legal vigente, en particular, que lo haga con personas jurídicas distintas, y que en su calidad de distribuidor, licite pública y competitivamente la totalidad de sus requerimientos de energía y potencia”, invocan.

Antecedentes
Las empresas que hacen este reclamo representan más del 80% de la generación del país.

En otra parte de la misiva, las empresas indican que llama la atención que ProInversión haya aceptado la participación en el proceso de licitación a una distribuidora.

Observan que, al aceptar tal participación, la citada agencia estaría permitiendo -en caso de ganar dicha empresa la subasta- “que se continúe con la integración vertical de esa firma en las actividades de generación y distribución, bajo un mismo titular, lo cual -remarcan- está claramente prohibido en el artículo 122 de la Ley de Concesiones Eléctricas”.

Las que plantean este reclamo, son las mismas empresas, excepto Enersur, que el 24 de noviembre pasado remitieron una misiva a la titular del MEM, en que protestaban por la publicación del “Reglamento del mercado de corto plazo”, que -dijeron entonces- constituye el último acto de una secuencia de episodios donde la regulación y el marco jurídico se acomodan a favor de una empresa distribuidora en particular.

En esa ocasión, advertían además que -al permitir dichos episodios- el MEM ha puesto en riesgo a casi la totalidad de empresas de generación, así como las inversiones que estas han realizado por más de US$ 5,000 millones.

En esta ocasión, consultados sobre esta nueva misiva de las eléctricas, voceros del MEM indicaron que toca a ProInversión atender el tema.

Gestión también consultó a voceros de Luz del Sur y de ProInversión sobre el particular, pero al cierre de esta edición no dieron respuesta.

Cómo se distribuye la torta en generación y distribución
Los principales grupos privados dedicados a la actividad de generación eléctrica en el país participan con el 63% en el mercado eléctrico nacional, en tanto que las generadoras del Estado aportan el 22%, y otras empresas de menor tamaño participan con el restante 15%.

Entre las primeras se encuentran Kallpa Generación, Fenix Power, Duke Energy Egenor, entre otras, y en las segundas se encuentran Electroperú, Egasa, Egemsa, San Gabán y Egesur.

En el caso de la distribución eléctrica, el grueso de la actividad privada en Lima está en manos de Edelnor y Luz del Sur (35% del total nacional), en tanto el resto de la distribución, al interior del país, está a cargo de veintidós empresas del Estado.

Tanto generadoras como distribuidoras transan la energía, ya sea mediante contratos, lo que da estabilidad a sus precios, pero también mediante un denominado mercado “spot” o de corto plazo, donde participan clientes libres (grandes firmas).