(Bloomberg) La reparación mundial de 11 millones de vehículos diesel de Volkswagen AG para que su sistema de emisiones cumpla con las regulaciones sobre contaminación se encamina a ser una de las más complejas y caras de la historia de la industria automotriz.
La compañía alemana tendrá que instalar partes a vehículos que ya estaban en la calle y no estaban pensados para la incorporación del equipamiento. El trabajo podría tener que hacerse en locales especiales para esos fines. También tendrá que obtener aprobación en decenas de países, cada uno de los cuales tiene sus propias regulaciones.
“No se me ocurre ningún otro retiro del mercado por revisión que haya sido tan amplio”, dijo Jake Fisher, director de pruebas de automóviles de la revista Consumer Reports. “Se trata de un trabajo en extremo caro”.
Los costos de la reparación son sólo una parte de lo que Volkswagen tendrá que gastar para superar una crisis que desencadenó en la empresa la revelación de que la compañía manipuló sus autos a diésel para burlar las pruebas de emisiones.
La compañía también compensará a las concesionarias por el almacenamiento de los autos que no pueden vender. La empresa enfrenta más de 325 demandas de consumidores en los Estados Unidos, según datos que recopiló Bloomberg, y ha contratado a la firma legal estadounidense Jones Day para la realización de una investigación sobre los actos de la compañía.
Si se suman probables multas, acuerdos con la Agencia de Protección Medioambiental de los Estados Unidos (EPA, por la sigla en inglés), autoridades de estados, el Departamento de Justicia y decenas de países de Europa, el costo podría superar los 30,000 millones de euros (US$ 34,000 millones), según el Centro de Administración Automotriz de Bergisch Gladbach, Alemania.
Reducción de pronóstico
Los 6,500 millones de euros que ya se reservaron no bastarán, según una nota del 19 de octubre que difundió Sandford C. Bernstein Ltd. La firma ha reducido de forma “muy importante” el pronóstico sobre VW debido a los costos esperados, que ascenderán a por lo menos 10,000 millones de euros en 2015 y otros 5,000 millones en 2016.
“Pensamos que una cifra de 15,000 millones a 20,000 millones de euros es una buena estimación a esta altura”, dijo Bernstein.
Volkswagen está preparada para absorber el gran golpe financiero. La compañía tenía 21,500 millones de euros de liquidez neta a fines de junio y desde entonces vendió acciones de su ex asociada Suzuki Motor Corp. por unos 3,400 millones de euros.
La compañía toma medidas para reforzar esa posición mediante el recorte de unos 1,000 millones de euros de la inversión anual de su marca homónima. Por otra parte, se postergarán o cancelarán todos los proyectos que no sean esenciales.
Las opciones que VW tiene para reunir fondos adicionales comprenden la venta de una o más de sus marcas, la escisión de las marcas de camiones pesados o un aumento de capital. Una venta de acciones es algo que no se considera, dijo una persona familiarizada con el tema, que pidió que no se revelara su identidad porque se trata de deliberaciones privadas.