Después de vender la mayor parte de sus activos, Lehman Brothers ahora dice que recibió menos de lo debido por parte de cientos de organizaciones sin fines de lucro que se vieron obligadas a pagar por salir de instrumentos derivados que fueron revertidos después de que la empresa se declaró en quiebra, reportó Bloomberg.
Lehman, que llegó a ser el cuarto banco de inversión más grande del mundo, presentó la mayor quiebra en la historia de los Estados Unidos el 15 de septiembre de 2008, después de sufrir pérdidas por miles de millones con las hipotecas de riesgo (las “subprimes”).
Tenía más de 1,7 millones de contratos de instrumentos derivados con miles de bancos, fondos de cobertura, empresas, municipalidades y países emisores soberanos cuando solicitó la protección por quiebra.
Un ejemplo de lo que Lehman está tratando de hacer tiene como protagonista al Instituto Buck de Investigación sobre la Vejez en Novato, California.
Dicho instituto pagó a Lehman US$2 millones en octubre de 2008 para cancelar el contrato de permuta financiera utilizado para manejar tasas de interés fluctuantes.
Sin embargo, Lehman dice que quiere US$12,1 millones más y que evaluó como mínimo US$4,7 millones adicionales en intereses, según reportó el centro de investigación en su último informe financiero.
“Lehman es una especie de entidad quebrada zombie: en vez de buscar cerebros, busca efectivo”, dijo Chip Bowles, abogado de quiebras en Bingham Greenebaum Doll LLP de Louisville, Kentucky.
“A Lehman no le importa. Tienen una obligación de maximizar el retorno para sus acreedores. Te perseguirán aunque seas la Madre Teresa”, agregó.