LATAM Airlines Perú anunció que desde marzo comenzará la renovación de su modelo de negocio de viajes doméstico en Perú y los demás países en los que opera rutas nacionales, proyectando duplicar el tráfico aéreo al 2020, con una baja de tarifas adicional cercana al 20%.

El anunció de la aerolínea ocurre luego que la aerolínea de bajo costo, Viva Air Perú, informará que desde abril empezará a vender sus boletos para comenzar a operar en siete rutas a nivel nacional desde mayo.

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“Se trata de un nuevo modelo de viaje – que responde a una tendencia mundial de la industria – donde el pasajero elige cómo quiere volar pagando por los servicios adicionales que requiera y seleccionando la tarifa que más se ajuste a su necesidad. Este nuevo salto permitirá que peruanos que nunca han volado lo hagan y que otros que ya lo han hecho vuelen más”, afirmó Félix Antelo, CEO de LATAM Airlines Perú.

En esa línea, informó también que trasladó cerca de 6.5 millones de personas en las 17 rutas que opera en el país el año pasado y proyecta para 2017 un crecimiento de 6% con respecto a esa cifra, lo que implica cerca de 7 millones de pasajeros.

La línea aérea estimó que los principales crecimientos se registrarán en las rutas a Jaén (337%), Talara (28%), Ayacucho (18%), Pucallpa (15%) e Iquitos (9%).

En los últimos 10 años LATAM y sus filiales han disminuido hasta hasta en un 50% los precios de sus tarifas promocionales, duplicando y en algunos casos triplicando el tráfico aéreo doméstico de la región.

En el caso particular de Perú, el número de pasajeros transportados por la compañía en vuelos domésticos creció de 1.7 millones a 6.6 millones entre el 2006 y el 2016, contribuyendo así a que la industria aérea nacional crezca 3.7 veces en dicho período.

No obstante ello, Sudamérica sigue siendo una de las regiones más costosas en cuanto a cargos a pasajeros y aerolíneas.

En algunos casos, los pasajeros pueden llegar a pagar más del 40% del valor del ticket aéreo solo en impuestos y tasas de embarque, a lo que se suma el alto costo que deben cancelar por el traslado hacia los aeropuertos.

Las limitaciones en infraestructura, los impuestos a los pasajes y las elevadas tasas y costos que pagan las compañías aéreas a los operadores aeroportuarios, dificultan y obstaculizan el crecimiento y desarrollo la conectividad aérea en la región que es clave para el progreso de los países.

“Por eso consideramos que incentivar el tráfico aéreo no es sólo tarea de las aerolíneas, debe ser una tarea compartida que incluya también el esfuerzo y compromiso de las autoridades, los concesionarios y operadores, entre otros”, concluyó Antelo.