A través de una carta al directorio, el presidente de S.A.C.I. Falabella, Juan Cúneo, formalizó su decisión de no postularse como candidato en la próxima elección de directores, que se llevará a cabo en la Junta Ordinaria de Accionistas el día 29 de abril.

Asimismo, comunicó su decisión de renuncia o no repostulación al cargo de director que ejerce en todas las filiales o coligadas de S.A.C.I. Falabella. Cúneo agradeció a los accionistas, directores y colaboradores, y expresó su confianza en el éxito de Falabella.

“He sido testigo de los logros de la compañía, que ha llegado a servir a millones de clientes en la región, manteniendo su tradición y sus valores. Tomo esta decisión con optimismo y confianza en que el equipo humano, tanto a nivel directivo como gerencial, está preparado para enfrentar los desafíos futuros”, aseguró.

La salida de Cúneo, quien ocupó la Presidencia del Directorio de Falabella durante tres años, habría estado establecida desde hace algún tiempo y tendría como objetivo dar espacio a las nuevas generaciones de las familias Solari, Cúneo y Del Río, que poseen el 81.3% de la empresa.

Cúneo en Falabella
Juan Cúneo, de 82 años, ingresó a Falabella en 1954, invitado por su tío Alberto Solari. Fue en 1981 que, tras la reorganización de la compañía, asumió la gerencia general.

El empresario, que posee el 12.04% de la propiedad de Falabella, llegó a la presidencia del directorio el 1 de enero de 2011, en reemplazo de Reinaldo Solari. Este último estuvo al frente de la firma durante 25 años.

Su reemplazante
El lugar de Cúneo al frente del directorio de Falabella será ocupado por Carlo Solari, el menor de los hijos de Reinaldo Solari y actual vicepresidente de la compañía, mientras que Juan Carlos Cortés, hijo de Teresa Solari, asumirá la vicepresidencia.

Con los cambios que se producirán hacia fin de mes, la cúpula del grupo terminará de renovarse, con la nueva generación ingresando por completo al retailer, informó el Diario Financiero de Chile.

Carlo Solari, reconocido por el rol que jugó en la fusión con la familia Del Río, controladores de Sodimac, a inicios de la década del 2000, tendrá la misión de ocupar el puesto que ocupó su padre durante 25 años.

Según se conoció, para el grupo era importante dar el salto generacional debido al nuevo escenario que asoma para Falabella: una empresa presente en seis mercados, uno de ellos Perú.