El Grupo Graña y Montero subrayó que la reducción de su participación en el Consorcio Tren Eléctrico estuvo claramente consignada en los estados financieros debidamente auditados de la compañía, por lo que fue un procedimiento transparente y legítimo.
Graña y Montero respondió así a la revista brasilera Piaui de Sao Paulo, que señaló que la empresa peruana decidió renunciar a parte de sus ganancias del Consorcio del Tren Eléctrico, debido a los riesgos adicionales que asumió Odebrecht, con el fin de pagar sobornos.
En ese sentido, negó rotundamente el haber pagado sobornos, reembolsos o conocer sobre el pago de los mismos para la obtención de la buena pro del proyecto Tren Eléctrico de Lima (Línea 1).
Respecto a la alusión de “riesgos adicionales” y la cesión de dividendos como la supuesta forma encubierta para el pago de sobornos o reembolsos, señaló que el medio brasileño manipula la información de manera tendenciosa, ya que el concepto de “riesgo adicional” es habitual en el sector construcción.
“Es práctica común dentro los consorcios del sector construcción no solo remunerar a los socios de acuerdo al peso de su participación, sino también en base a la mayor contribución de mano de obra, maquinaria, estudios de ingeniería, elaboración del informe técnico y aspectos similares, que van más allá del peso específico de la participación de un socio, como fue en este caso”, indicó.
Es decir, agregó, los “riesgos adicionales” devueltos a Odebrecht representan los trabajos y obligaciones adicionales asumidos por ellos.
Subrayó también que la reducción de su participación en el Consorcio Tren Eléctrico, debido a lo anteriormente señalado, estuvo claramente consignado en los estados financieros debidamente auditados de la compañía, por lo que fue un procedimiento transparente y legítimo.
Graña y Montero resaltó que Odebrecht era la empresa líder del proyecto y único representante del mismo ante las instituciones y organismos.
Además, aclaró en este consorcio solo eran responsabilidad de Graña y Montero las gerencias técnicas tales como: construcción de estaciones, solución de interferencias técnicas y resolución de conflictos sociales.
En ese sentido, precisó que Odebrecht se reservó el derecho a designar al director del proyecto quien tenía la responsabilidad absoluta del mismo.
Finalmente, Graña y Montero reiteró su voluntad de colaborar con todas las autoridades para el total esclarecimiento de estos hechos, como lo viene haciendo hasta ahora.