San Francisco (AFP).- Los grupos estadounidenses de servicios petroleros Halliburton y Baker Hughes anunciaron el domingo el abandono de un proyecto de fusión de más de US$ 30,000 millones, que enfrentaba la oposición de las autoridades antimonopólicas.
“Las dificultades para obtener las autorizaciones reglamentarias que faltaban y las condiciones generales del sector, que dañaron gravemente a las razones sociales de esta transacción, condujeron a la conclusión de que el abandono (de la operación) era la mejor decisión a tomar”, dijo Dave Lesar, presidente de Halliburton, citado en un comunicado común de amabas empresas.
“Era una transacción (de alcance) mundial, extremadamente compleja, y a fin de cuenta no se pudo hallar una solución para satisfacer las preocupaciones de los reguladores de la competencia, tanto en Estados Unidos como en el extranjero”, comentó por su lado el presidente de Baker Hughes, Martin Craighead.
El acuerdo de fusión, que había sido anunciado a fines de 2014, preveía que Halliburton comprara a Baker Hughes en US$ 34,600 millones. Le entregará en su lugar, el 4 de mayo, una indemnización de anulación por US$ 3,500 millones, como lo preveía el contrato firmado en caso de ruptura.
La operación se había concebido en reacción a la crisis provocada en el sector por la caída de las cotizaciones del petróleo, que llevó a los grandes grupos petroleros a reducir inversiones.
Halliburton y Baker Hughes son los número dos y tres respectivamente del sector mundial de servicios petroleros, detrás de la franco-estadounidense Schlumberger.
A inicios de abril, el Departamento de Justicia estadounidense (DoJ) había iniciado un juicio para bloquear la operación.
Según las autoridades estadounidenses, la fusión eliminaría la competencia, elevaría los precios del crudo y reduciría la innovación en el sector petrolero, según un comunicado emitido el 6 de abril pasado.
La Comisión Europea también había iniciado en enero una investigación sobre la operación.
“La transacción planteaba dudas en términos de competencia sobre una gran cantidad de mercados”, comentó este lunes en un comunicado la comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager, declando tomar nota de esta decisión. Vestager precisó que la Comisión había llevado a cabo sus investigaciones en estrecha cooperación con el DoJ así como con las autoridades de regulación de Brasil y de Australia.