El Grupo Raffo, reconocido por la marca Los Portales, cuenta con más de 100 años de actividad empresarial. “Yo soy la quinta generación. No solo nos preocuparnos por la sostenibilidad del negocio, sino por el tema familiar”, cuenta Ernesto Raffo, quien asumió las riendas de la organización hace doce años.
Desde la década del 50 o 60, subrayó el ejecutivo, participan del negocio fabril e inmobiliario, sus principales motores. Pero a partir del 2000 apuntaron a un modelo más diversificado, tomando decisiones drásticas como el cambio generacional en la dirección y la desvinculación de algunos negocios (Textil San Cristóbal).
“La decisión más importante fue cuando en 1997, dentro de nuestro negocio inmobiliario, pasamos una crisis devastadora en el segmento A, y en ese momento decidimos apuntar a otros nichos que muchos pensaron que eran un riesgo”, recordó Raffo.
El objetivo -explicó- fue innovar con un producto sensible para un clase media, media baja, a través de de los programas de Techo Propio. “Fue un cambio dramático en el negocio. Fuimos los primeros en replicar este negocio en Lima y Lima provincias, además de distintas ciudades del país”, anotó.
Otro ejemplo de diversificación -añadió el empresario- es el desarrollo de estacionamientos. “De ser un terreno baldío tuvimos la visión de transformarlo en un negocio de servicio”, remarcó.
Los Portales
“Algunos en el segmento alto dirán estacionamientos. Si vas un poco al segmento medio te dirán vivienda, y es la conexión entre estos distintos negocios innovadores, porque es la misma idea de generar un negocio que se conecta de la misma marca y esta marca es potente y es un mecanismo de defensa frente a la competencia”, reveló Raffo.
Por ello, consideran que han tenido suerte, ya que el nombre es de fácil recordación. Pero reconoce una estrategia consistente “que va golpeando todo el tiempo”.