(Bloomberg) GoPro Inc., que pugna por ganar más terreno con sus cámaras de acción y su nuevo dron, informó que eliminará cerca de 15 por ciento de sus puestos de trabajo y cerrará su división de entretenimiento con el fin de reducir costos.
La compañía, que no es rentable, recortará más de 200 empleos de jornada completa, según un comunicado difundido el miércoles. Tony Bates, quien fue elegido director general de GoPro en junio de 2014, abandona el cargo a fin de año. Previamente, había sido vicepresidente ejecutivo de Microsoft Corp. y presidente ejecutivo de Skype Technologies SA.
El cierre de la división de entretenimiento es un indicio de que la compañía finalmente achica su visión. Wall Street se ha mostrado escéptica desde hace mucho tiempo acerca de los planes de GoPro de construir una compañía de medios en torno de sus videos GoPro llenos de acción en línea. Las acciones, que perdieron aproximadamente la mitad de su valor este año, subieron 4,17 por ciento a US$10,24 a las 9:41 en Nueva York.
“La empresa se está centrando en sus actividades principales y no puede permitirse continuar con todo lo demás que no dé dinero”, dijo Rob Stone, analista de Cowen & Co LLC. “El entretenimiento formaba parte de la marca pero no da dinero y no es central, así que desaparece”.
GoPro dijo que la restructuración reducirá los gastos operativos a alrededor de US$650 millones en 2017 y logrará su meta de volver a ser rentable el año próximo. La empresa estima que incurrirá en gastos de restructuración del orden de los US$33 millones.
GoPro contaba con su más reciente modelo de cámara en forma de cubo, la Hero5, y con su dron Karma, lanzado en octubre, para reactivar el crecimiento y el precio de la acción. Hasta ahora, esos productos no tuvieron el éxito que sus directivos esperaban y a comienzos de este mes GoPro redujo los pronósticos de ventas anuales cuando los ingresos del tercer trimestre resultaron inferiores a las estimaciones promedio de los analistas.
La empresa adujo que los resultados decepcionantes obedecieron a problemas de producción. Una semana más tarde, GoPro tuvo que retirar unos 2.500 drones. La firma aún no dijo si se reanudarán los envíos de Karma. Además, enfrenta una demanda colectiva que alega que la compañía violó la ley federal de valores al formular afirmaciones falsas y engañosas sobre el dron. Las denuncias incluyen acusaciones de que GoPro exageró a sabiendas las capacidades del dron y la demanda de consumo del producto.
Shebly Seyrafi, analista de FBN Securities, reduce su previsión de ingresos en 2017 para el Karma de US$150 millones a US$36 millones, según escribió en un informe el martes.
Tras haber sido una favorita de la tecnología, la empresa GoPro de San Mateo, California, hoy enfrenta una creciente competencia de Apple Inc. e incluso de Snap Inc., cuyas lentes de cámaras también prometen una experiencia impecable desde la captura de películas de aventura a su publicación en las redes sociales. En cuanto a los drones, GoPro debe vérselas con el jugador dominante, el fabricante chino SZ DJI Technology Co., que también lanzó un nuevo modelo apenas una semana después que GoPro.