(Reuters).- General Motors enfrenta una nueva demanda que busca que la firma estadounidense compense a millones de dueños de autos y camionetas por hasta US$ 10,000 millones, ante la desvalorización de sus vehículos tras una serie de llamados a revisión por problemas en el encendido.
De acuerdo a la demanda presentada hoy ante la corte federal en Riverside, California, General Motors perjudicó a sus clientes al esconderles defectos conocidos y optar por reducir costos en vez de velar por la seguridad, que llevaron a cerca de 40 llamados a revisión de más de 20 millones de vehículos sólo este año.
Además, dijo que los llamados a revisión han hecho que autos de último modelo pierdan entre US$ 500 y US$ 2,600 en su valor de reventa.
Hagens Berman Sobol Shapiro, el abogado que presentó la demanda, afirmó que el caso podría contemplar más de US$ 10,000 millones y es el primero que busca forzar a General Motors a pagar a cerca de 15 millones de dueños de autos y camionetas -no sólo a los de los vehículos que fueron llamados a revisión- por daños a su marca y reputación.
El portavoz de General Motors Greg Martin declinó a comentar sobre la demanda y dijo que muchos clientes y analistas reconocen la fuerza de la marca y que ese reconocimiento ha resultado en mayores ventas, precios y valor residual.
La demandante es Anna Andrews, una residente de La Quinta, California, que dijo que no habría comprado su auto usado Buick LaCrosse del 2010, o que habría pagado menos por él, si General Motors hubiera hecho un mejor trabajo a la hora de divulgar los defectos en los vehículos.
Su demanda busca la compensación de personas que son propietarias o alquilan vehículos de General Motors vendidos entre el 10 de julio del 2009 y el 1 de abril del 2014, o que posteriormente vendieron esos autos a precios descontados.
Los vehículos afectados por llamados previos a revisión por una falla en el sistema de encendido no están incluidos en la demanda. Trece muertes han sido vinculadas a esos casos.