(Bloomberg) De chico en Long Island, Nueva York, Jim Hagedorn solía mirar televisión y ver informes sobre arrestos por marihuana. Al fondo, en algunas oportunidades había detectado bolsas de Miracle-Gro, el fertilizante para jardines inventado por su padre, Horace.
Ese recuerdo resulta particularmente oportuno en tanto Hagedorn hijo, que actualmente tiene 59, analiza planes para la empresa que su padre ayudó a fundar, Scotts Miracle-Gro, el fabricante más grande del mundo de productos para el cuidado del césped.
Este mes, Scotts compró un proveedor líder en agricultura hidropónica, una tecnología que permite el cultivo interior de todo, desde tomates hasta marihuana sin suelo.
En el futuro, Hagedorn proyecta más adquisiciones en el campo de la hidroponía, desarrollando posiblemente un negocio capaz de generar ingresos por más de US$ 1,000 millones anuales a medida que más estados estadounidenses legalicen el uso recreativo y medicinal de la marihuana.
“Queremos emprender estos negocios de alto crecimiento, consolidar el espacio y de alguna manera legitimarlo, sin cambiarlo”, dijo Hagedorn, ex piloto de aviones caza F-16 que es máximo responsable ejecutivo de Scotts desde 2001. “Estos podrían ser negocios importantes en los Estados Unidos”.
El crecimiento de los ingresos en el área de hidroponía alcanza el doble del promedio del sector césped y jardinería, dijo en una entrevista telefónica, con mayores márgenes y demanda todo el año.
El momento también puede ser oportuno para ingresar en la marihuana.
Cuatro estados legalizaron hasta ahora su uso recreativo y otros 13 podrían votar el año próximo si se les suman, según Viridian Capital Research, una firma de inversión centrada en la marihuana. El senador Republicano por Kentucky, Rand Paul, presentó el mes pasado un proyecto de ley para poner fin a una prohibición federal sobre el uso médico, cuatro semanas antes de anunciar su candidatura presidencial.
Peligros psicológicos
Si el impulso para la legalización se mantiene, el premio para Scotts y otras empresas legítimas podría ser inmenso. Estados Unidos llega a US$ 2,500 millones en ventas legales de marihuana al año, pero las ventas ilegales alcanzan US$60.000 millones, según Viridian. Esto implica un mercado potencial con un valor más de 20 veces superior a los ingresos totales de Scotts el año pasado.
“Scotts puede terminar teniendo el mayor crecimiento que ha experimentado en décadas gracias a la industria naciente del cultivo en casas”, dijo Leslie Bocskor, defensor de la legalización y socio ejecutivo de Electrum Partners, una firma consultora con sede en Las Vegas dedicada a la industria legal del cannabis. “Es una jugada muy inteligente”.
El gobierno federal clasifica al cannabis como droga de Lista 1, es decir, que se la considera entre las más peligrosas psicológica y físicamente, junto con el LSD y el éxtasis. Hagedorn dice que el negocio de la hidroponía es más fuerte en los lugares donde las leyes estatales relativas a la marihuana son más favorables –California, Washington, Colorado y Oregón.
Él sabe que debe avanzar lentamente. La industria de la marihuana todavía está integrada en gran medida por actores pequeños e independientes. En cierto modo, desconfían por naturaleza de las grandes corporaciones como Scotts.