Genk/Madrid (Reuters).- La automotriz Ford Motor Co cerrará una fábrica en Bélgica que emplea más de 4.000 trabajadores y transferirá la producción a España, una medida con la que busca reducir costos y contener las pérdidas en Europa .
Es la tercera vez en el año que una automotriz de mercado masivo anuncia planes para cerrar una planta en Europa, donde la crisis de deuda de la región, los recortes de gasto público y el alto desempleo han golpeado los presupuestos de los consumidores y la demanda de nuevos vehículos.
Ford informó que cerraría su fábrica en Genk, en el este de Bélgica, y que eso derivaría en la pérdida de unos 4.300 puestos de trabajo para fines del 2014. El trabajo será transferido a una planta en Valencia.
“Es increíble”, dijo Peter Aerts, uno de los cientos de trabajadores que se reunieron fuera de la planta de Genk, donde administradores locales anunciaron el miércoles el cierre a representantes sindicales.
“Hasta el mes pasado tenía una invitación para celebrar los 25 años de trabajo aquí”, agregó.
Este mismo año, la unidad de General Motors Opel informó que pretendía cerrar la planta de Bochum, en Alemania, luego del 2016, mientras que la francesa PSA Peugeot Citroen anunció en julio que en el 2014 cerraría su fábrica en Aulnay, cerca de París.
Los sindicatos británicos de Ford también recibieron malas noticias, luego de que los administradores programaran una reunión para el jueves y medios dijeran que la empresa también podría cerrar su planta en Southampton, donde produce las camionetas Transit y emplea poco más de 500 personas.
El presidente de Ford Europa, Stephen Odell, confirmó la reunión pero no quiso hacer más comentarios.
Las ventas de automóviles en Europa aceleraron su declive en septiembre y sufrieron la mayor contracción en los últimos 12 meses. Las automotrices proyectaron que la recuperación en la región sería larga y algunas no esperan repuntes por dos años.
“El pronóstico para la industria no es muy positivo para el futuro próximo”, admitió Odell.
El líder sindical Luc Prenen dijo que los gerentes regionales no asistieron a la reunión en Genk y dejaron que los jefes locales leyeran el comunicado.
“Después del anuncio hubo algunas escenas difíciles. Hubo algunos empujando, pero logramos calmarlos”, declaró Prenen, titular del sindicato ACV. “Se dirigían a los gerentes, pero se fueron rápido. También fue entre ellos (los trabajadores) mismos, había mucha gente enojada y frustrada”, agregó.
Las plantas de Ford en Genk, donde los modelos Mondeo, Galaxy y S-MAX están cerca del final de sus ciclos, y Valencia, donde se producen los C-MAX y Grand C-MAX, no han estado funcionando a su máxima capacidad.
Agrupar la producción en un solo lugar debería permitir a Ford ahorrar más dinero, además de que los costos de salario en España son mucho menores que en Bélgica.
Odell describió la reestructuración europea de la firma como “una parte fundamental de nuestro plan para reforzar el negocio de Ford en Europa y para retornar al crecimiento rentable”.