(Bloomberg) Ford Motor Co. rejuvenecerá su “pony car” Mustang, incrementará su potencia y le dará toques de alta tecnología para dar un cambio radical a una caída en las ventas estadounidenses que afecta al segmento general de los autos deportivos, mientras los compradores acuden en tropel hacia los vehículos deportivos utilitarios (SUV).
El Mustang 2018 que llega a Norteamérica en otoño presenta un frente más bajo y delgado y luces traseras de LED que parecen tres paréntesis amontonados “para un look más técnico”, de acuerdo con un comunicado de la compañía.
Ford planea dejar el motor V-6 durante mucho tiempo asociado con los modelos de menor costo y hacer de un cuatro cilindros turbocargado la opción base.
El propósito de esta adaptación es recuperarse de una caída de un 13% en las ventas estadounidenses del año pasado, la primera caída anual de este modelo desde el 2013.
Los “baby boomers” entrados en años están entre los consumidores que dejan los autos deportivos para adoptar los SUV ante los precios más bajos de la gasolina.
El cambio ocurre justo después de que el Mustang rugiera de vuelta a la relevancia gracias a un cambio de imagen completo que coincide con su 50 aniversario. Las ventas se elevaron 48% en el 2015, lo que permitió a Ford recuperar la corona del auto deportivo de mayores ventas que actualmente poseía el Chevrolet Camaro de General Motors Co.
El nuevo look del Mustang fue presentado el martes en el North American Auto Show en Detroit y en eventos en Los Ángeles y Nueva York. El clásico motor V-8 tendrá más caballos de fuerza y torque, aunque Ford no reveló detalles inmediatamente.
Planta inactiva
Ford vendió 105,932 Mustangs en el 2016, un descenso de 122,349 que vendió el año anterior. En octubre, Ford cerró su fábrica de Mustang en Michigan durante una semana, para reducir el inventario.
El Mustang aun así superó en ventas al Camaro el año pasado y permaneció como el auto deportivo de mayores ventas en América.
Ford no ha divulgado la información de precios para el Mustang renovado. Este “pony car” ofrecerá una transmisión automática de diezvelocidades y agregará funciones de asistencia al conductor como detección de peatones, advertencia de salida de carril y asistencia pre-colisión.
La compañía, con sede en Dearborn, Michigan, también ofrecerá a los conductores diversas maneras de personalizar el cuadro de instrumentos digital de 12 pulgadas.
También podrán personalizar el rugido del motor usando “una pista sonora totalmente variable que combine con todo el rango de aceleración”, de acuerdo con el comunicado de Ford. El auto también se ofrecerá en un nuevo “emblemático” color, “Furia Naranja”.