Madrid (AFP).- El gigante español de las energías renovables, Abengoa, anunció haber alcanzado las adhesiones suficientes de inversores para validar el plan de reestructuración de su deuda, y evitar la quiebra con una inyección de 1,170 millones de euros.

Las adhesiones al plan, que podían hacerse hasta el martes, superan “holgadamente el 75% de los acreedores financieros” requeridos por la justicia, anunció Abengoa tras un recuento provisional.

El acuerdo fue alcanzado en agosto con los acreedores de la empresa y fondos de inversión. La quiebra del grupo habría sido la más importante de España en los últimos años.

El plan debe ahora ser aprobado por un tribunal de Comercio de Sevilla, sede del grupo, y por una asamblea general de accionistas convocada para el 22 de noviembre.

El dinero será aportado por cinco bancos (Santander, Bankia, Caixa, Popular y Crédit Agricole) y diez fondos de inversión (Abrams Capital, The Baupost Group, Canyon Capital Advisors, Centerbridge Partners, the D.E. Shaw group, Elliott Management, Hayfin Capital Management, KKR Credit, Oaktree Capital Management y Värde) a partir del último trimestre de 2016.

Al final, los bancos y los fondos tomarán el control total de la antigua compañía familiar fundada en 1941 en Sevilla por el español Javier Benjumea.

Los accionistas actuales, entre ellos la familia Benjumea, se quedarán solo con el 5% de los títulos.

En el primer semestre del año, Abengoa anunció una pérdida neta de 3.689 millones de euros, sobre todo por el desplome de algunas actividades en Estados Unidos, Europa y Brasil.

La empresa española, que en los últimos años se había expandido a marcha forzada en el plano internacional, en especial en América Latina, tenía una deuda de 9,400 millones de euros a fines del 2015.

Desde el 2015, el grupo redujo su personal, que pasó de casi 28,000 empleados a 17,500, parte de ellos en Brasil al desprenderse de sus actividades en el área de biocombustibles.