Bloomberg.- Altos ejecutivos de Barclays serán entrevistados por el Departamento de Servicios Financieros de Nueva York (DFS, por su sigla en inglés) como parte de la investigación que comenzó el regulador estadounidense sobre el escándalo en torno a Jes Staley, informaron dos personas con conocimiento de la materia.
El departamento, dirigido por la superintendente Maria Vullo, está investigando si el banco cuenta con salvaguardias suficientes para proteger a los denunciantes a la luz de los intentos de su director ejecutivo de identificar a un informante anónimo, dijeron las fuentes, que solicitaron mantener su identidad en reserva dado que se refirieron a un proceso confidencial.
Los ejecutivos, ubicados en Estados Unidos y Londres, serán interrogados en Nueva York antes de fin de año sobre las acciones de Staley, los procesos de la empresa y los incidentes relacionados que desencadenaron el escándalo, señalaron las personas.
Ejecutivos de Barclays y del DFS declinaron formular comentarios.
Barclays reprendió a Staley en abril después de descubrir que había intentado en varias ocasiones identificar a un denunciante, incluso después de que sus colegas señalaran que era inapropiado. Algunos ejecutivos y miembros del directorio ya han enfrentado múltiples entrevistas con la Autoridad de Conducta Financiera (FCA, por su sigla en inglés) en los últimos meses y se espera que el regulador del Reino Unido llegue a una decisión final sobre el destino de Staley en diciembre, según señalaron las personas.
El presidente ejecutivo podría tener que renunciar si la FCA lo considera no apto para dirigir una institución financiera.
Protección Federal
En esta etapa, la investigación del DFS de Nueva York se centra en los procedimientos de denuncia del banco y no examina directamente la conducta personal de Staley, señalaron las fuentes. En EE.UU., los denunciantes están protegidos por la ley federal, bajo la Ley Dodd-Frank, y tienen derecho a una recompensa si proporcionan “información original clave” que conduzca a una acción exitosa de las autoridades.
La controversia se remonta a junio de 2016, cuando el directorio de Barclays recibió una carta anónima que expresaba preocupación acerca de que Staley contratara a uno de sus excolegas de JPMorgan Chase & Co., Tim Main. Las cartas ponían de relieve cuestiones de carácter personal sobre él y el papel de Staley al tratar esos asuntos en JPMorgan.
Joe McGrath, director de banca global y presidente ejecutivo de la división América de Barclays en Nueva York, también recibió una segunda carta similar, informó Bloomberg News.
El presidente John McFarlane ha dicho que Barclays cree con “mucha confianza” que la carta anónima vino desde fuera del banco en Estados Unidos no de un empleado.
En abril, Barclays señaló que había encargado un análisis independiente de sus procesos y controles respectivos y reforzó las medidas para manejar las cartas de informantes que provienen desde fuera de los canales oficiales de denuncia de la firma.
La FCA del Reino Unido ya entrevistó a Staley en dos ocasiones y a funcionarios como Mike Ashley, miembro del directorio que supervisa las denuncias, y al director general de operaciones, Paul Compton, según indicaron las fuentes.
Si bien Staley podría perder la totalidad de su bono de 1.3 millones de libras (US$ 1.7 millones), el directorio no despidió al presidente ejecutivo porque consideró que “honestamente, pero erróneamente, creía” que sus acciones estaban permitidas.
El presidente McFarlane ha señalado que no se habría tratado de “simplemente” despedir a Staley por el asunto, y citó su falta de experiencia en el papel de presidente ejecutivo como un factor en el pensamiento de la junta.
El director de seguridad de la información de Barclays, Troels Oerting, solicitó un permiso de ausencia del cual probablemente no regrese, señalaron el jueves fuentes familiarizadas con la decisión. El presidente ejecutivo pidió a Oerting localizar al autor y solicitó ayuda al Servicio de Inspección Postal de Estados Unidos, señalaron las fuentes.