(Bloomberg).- La abierta denuncia por parte del presidente Barack Obama de las fusiones internacionales que reducen los impuestos de las empresas en los Estados Unidos arroja un balde de agua fría sobre las posibles transacciones.
El 24 de julio Obama hizo referencia a las compañías que intentan cambiar de domicilio en términos de “desertores empresariales”, mientras que funcionarios aseguraron que frenarán la práctica con o sin la aprobación del Congreso.
Desde entonces, ninguna compañía ha anunciado ese tipo de transacciones –a las que se llama inversiones-, lo cual no es casual, según abogados y banqueros de inversión. La retórica presidencial ha llevado a varias empresas que exploraban inversiones a pisar el freno para ver qué surge del debate político, dijeron personas familiarizadas con los preparativos.
La nueva prudencia se hizo evidente este mes cuando Walgreen Co., la mayor droguería de los Estados Unidos, dejó pasar la oportunidad de trasladar su domicilio a Suiza al comprar Alliance Boots GmbH. “Pfizer Inc.“http://gestion.pe/noticias-de-pfizer-14950?href=nota_tag , que busca inversiones en Europa luego de un intento frustrado de adquirir AstraZeneca Plc , también se mueve con cautela en momentos en que sus ejecutivos tratan de evaluar el clima político antes de avanzar, dijeron dos de las personas, que pidieron que no se revelara su identidad en relación con información privada.
“Los acuerdos de inversión impositiva son un tema que preocupa mucho a las empresas debido al riesgo político”, dijo Colin Mayer, un profesor de estudios de administración de la Escuela de Negocios Said en Oxford. “El tema es ahora mucho más delicado en términos políticos, sobre después del intento frustrado de Pfizer de comprar AstraZeneca”.
Desertores empresariales
Pfizer, una de las mayores compañías farmacéuticas de los Estados Unidos, intentó en abril trasladar su domicilio a Gran Bretaña mediante la adquisición de AstraZeneca. Desistió del intento luego de que la junta directiva de la compañía londinense se negara a iniciar conversaciones y el gobierno británico se opusiera.
Entre mediados de junio y fines de julio, cuando Obama redobló sus críticas a las transacciones, por lo menos cinco grandes empresas estadounidenses anunciaron planes de inversiones, entre ellas AbbVie Inc. y Medtronic Inc. Desde principios de 2012, 21 compañías estadounidenses han anunciado o completado ese tipo de operaciones, o casi la mitad del total de 51 transacciones de ese tenor de las últimas tres décadas.
Luego de que Obama instara a los empresarios a abrazar el “patriotismo económico” en julio, el secretario del Tesoro, Jack Lew , dijo que el organismo analizaba opciones para el establecimiento de nuevas reglas que no exigieran la aprobación del Congreso.
Hartas de los riesgos de actuar en los Estados Unidos, algunas compañías dejan abierta una vía de escape. El acuerdo de Medtronic para la compra de la irlandesa Covidien Plc en más de US$ 40,000 millones podría suspenderse si se instrumenta una ley que significaría que la nueva empresa recibiría “el trato de empresa local de los Estados Unidos” a los fines impositivos.