(Bloomberg) Después de la mecanización en el siglo XVIII y los fertilizantes, los pesticidas y la genética en el siglo XX, otra ola de innovación tecnológica está a punto de revolucionar la agricultura, y el mayor fabricante de tractores del mundo quiere ser parte de la acción.
Deere & Co. está haciendo una apuesta importante a que los próximos grandes beneficios en la productividad agrícola vendrán de aprovechar macrodatos para ayudar a los agricultores a decidir cuándo sembrar, nutrir y cosechar sus cultivos.
Ante los bajos precios de las materias primas y ventas de maquinaria agrícola deprimidas en los últimos dos años, la compañía compró un fabricante de maquinaria de siembra de alta tecnología y adquirió una participación mayoritaria en otra. Abrió una oficina en San Francisco este mes para acercarse a Silicon Valley.
“Es, sin duda, la próxima gran ola de productividad agrícola”, agregó. Matt Arnold, analista de Edward Jones & Co. en St. Louis, dijo en una entrevista. “Sin duda, es un área de enfoque”.
Sin embargo, los esfuerzos de Deere sufrieron un revés a principios de este mes cuando su inversión de US$ 190 millones para comprar un negocio que optimiza la siembra de cultivos fue truncado por Monsanto, el vendedor.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos demandó para bloquear el acuerdo en agosto, citando preocupaciones antimonopolio.
Hasta ahora, los analistas y los inversionistas no han podido medir cuántos ingresos generan las empresas de tecnología de Deere, dijo Stephen Volkmann, analista de Jefferies LLC en Nueva York.
La compañía podría ofrecer más indicios sobre sus ambiciones de alta tecnología cuando informe las ganancias fiscales del segundo trimestre el viernes antes del inicio de las operaciones bursátiles.
La ganancia excluyendo artículos extraordinarios fue de US$ 1.68 por acción en los tres meses hasta abril, frente a los US$ 1.56 del año anterior, de acuerdo con el promedio de estimaciones de analistas compilado por Bloomberg.
Un portavoz de Deere, con sede en Moline, Illinois, declinó hacer comentarios sobre su desempeño financiero, ingresos por tecnología y perspectiva antes del informe de ganancias.
Deere no se deja intimidar por el fracaso del acuerdo con Monsanto y sigue en la caza de acuerdos similares, según el jefe de sus empresas de tecnología.
“Era una pieza en un rompecabezas realmente grande que estamos juntando”, dijo John Stone, subdirector sénior de Intelligent Solutions, en una entrevista el 12 de mayo.
Agricultores cortos en efectivo han disminuido compras de los equipos verdes y amarillos insignia de Deere, en medio de una prolongada desaceleración agrícola.
Los ingresos de las explotaciones agrícolas se reducirán por cuarto año, el periodo más extenso desde la década de 1970. Sobre una base desestacionalizada, los inventarios de tractores agrícolas en Norteamérica son los segundos más altos de los que se tienen registro.
Esto representa un desafío para Deere, pero también una oportunidad, porque mientras los agricultores están bajo presión, su necesidad de mejorar la eficiencia podría traducirse en más ventas de maquinaria más avanzada por parte de la empresa de 180 años de historia.
La innovación agrícola está entrando en una cuarta fase, dijo Rabobank en un informe del 16 de mayo, con un cambio hacia el hardware más inteligente, detección remota y análisis. La apuesta de Deere es que este nuevo segmento de mercado, conocido como agricultura de precisión, se desarrollará aún más.
“Esa es la pasión, eso es lo que nos está impulsando ahora”, dijo Stone. “Se siente como si la agricultura de precisión estuviera a punto de despegar en gran manera”.
