Santiago (AFP).- Las autoridades chilenas demandaron a las empresas de alimentos Nestlé, Kellogg’s y Masterfoods (distribuidora de M&M) por mantener publicidad dirigida a niños en los envases de sus alimentos, prohibido en el país desde fines de junio pasado.
La denuncia fue presentada por el Servicio Nacional del Consumidor (Sernac) por infringir la Ley de Etiquetado de Alimentos, “al mantener publicidad dirigida a menores de catorce años en productos que contienen nutrientes críticos y que presentan los sellos ‘Altos en’”, dijo un comunicado de la institución.
El 27 de junio pasado, en un intento de detener los altísimos índices de obesidad infantil, Chile puso en vigencia una ley de Etiquetado de Alimentos, estableciendo vistosas advertencias similares a una señal de “Pare” del tránsito en los envases de alimentos altos en grasas saturadas, azúcares, sodio y calorías.
La normativa prohíbe también la venta de los alimentos poco saludables en colegios y la entrega junto con ellos de juguetes, impidiendo la comercialización, por ejemplo, del popular “Kinder sorpresa” y obligando a las cadenas de comida rápida como McDonald’s o Burger King a reformular sus “Cajita feliz” para niños.
La ley ataca también la publicidad de los productos que contengan algún sello, prohibiendo sus anuncios en programas para niños y obligando a las empresas a retirar de sus envases cualquier gancho que pueda atraer su atención, como caricaturas o láminas autoadhesivas.
De acuerdo al Sernac, tras la entrada en vigencia de la ley las tres empresas demandadas continuaron “utilizando figuras infantiles en los envases de varios productos catalogados como ‘ALTOS EN’, argumentando el derecho a uso marcario (de la marca), por sobre la normativa vigente”.
“El ejercicio de los derechos de propiedad industrial y marcas no contradice al cumplimiento de la normativa de salud”, explicó el director Nacional del Sernac, Ernesto Muñoz, que agregó que se solicitó una multa equivalente a unos US$ 110,000 para cada una de las empresas.
La Ley de Etiquetado comenzó a regir en Chile en un intento de bajar los altísimos niveles de obesidad infantil en Chile, donde un tercio de los menores de seis años padece de obesidad o sobrepeso, según datos oficiales.