Antes de asumir la cabeza de Telefónica, César Alierta ya había calentado motores en el mundo de la gran empresa cuando en 1996 asumió la presidencia de la Tabacalera española. No solo era un hombre de negocios, sino un ejecutivo con contactos a gran escala que incluían a José María Aznar y Rodrigo Rato, la dupla motora del gobierno español y quienes lo llevaron al cargo.
En la Tabacalera comandó su reestructuración y sobre todo su fusión con una compañía francesa. Esa tarea fue como una insignia que le abrió más de una puerta. No era raro además -en aquella época- verlo con un habano en la boca. Ese hábito hace mucho que lo dejó, ayer además dejó la presidencia de Telefónica, cargo que asumirá el consejero José María Álvarez-Pallete.
Comunicándonos
Alierta nació en Zaragoza en 1945. Regresó de Estados Unidos en los ochenta. Allí estudió su posgrado.
En España ya se hablaba de sus negocios y cómo en los noventa, antes de llegar a la Tabacalera, movía las antiguas pesetas a ritmo de millones. La bolsa de valores era su casa.
En el año 2000 ingresó a Telefónica para asumir la presidencia de la compañía.
Ese olfato indomable para los negocios lo aplicó en la transnacional, a la que convirtió en un referente de las tele comunicaciones más allá de España, más de allá de Europa.
Alierta convirtió a la española en una de las mayores operadores del mundo con unos ingresos superiores a los US$ 51,700 millones y presenca en 21 países con más de 125,000 empleados. Además pasó de 68 a 322 millones de clientes y se ha adaptado a las exigencias de los tiempos modernos diversificando el negocio, señala el diario Expansión.
La primera decisión de alcance tomada por Alierta fue la de orientar la empresa a la integración de servicios y a los negocios clave de las telecomunicaciones. Fue en su gestión en que la compañía intensificó la tarea de unir productos como el teléfono fijo, la Internet, la televisión por pago. Estaba además convencido de que su nueva tarea era hacer frente a otros gigantes tecnológicos como Google, Apple a Twitter.
Bajo su presidencia, Telefónica continuó y profundizó su expansión internacional. Alierta pilotó la compra de 10 compañías latinoamericanas a la estadounidense BellSouth, lo que reforzó su fortaleza en la región y compró O2, lo que le dio presencia en Reino Unido, Alemania e Irlanda. También se reforzó en Brasil con la compra del 50% de Vivo.
Qué hará
Hace un año, la esposa de Alierta falleció. Muchos creen que deja un cargo tan complejo en un momento en que necesita de mayor calma.
Pero el ejecutivo no se irá del todo, pues se hará cargo de la presidencia de la Fundación Telefónica. También seguirá formando parte del consejo de administración, puesto que ostentaba desde cuatro años antes de ser presidente.