Hace 30 años, Emilio Espinosa se sumergió en un mundo lleno de misterios: el de las bebidas alcohólicas. Desde entonces no ha dejado de desentrañar cada uno de ellos. Eso sí, el gerente general de DK Licores, que importa productos de la talla de Appleton Estate, considera que para estar inmerso en el rubro no es preciso ser un buen catador.
Al ingresar a este rubro, ¿qué fue lo que más le agradó?
Estuve en empresas de consumo masivo. Por ahí había un portafolio de bebidas alcohólicas. Así empecé; y ya dentro hallé un mundo misterioso, lleno de cosas novedosas que me llamaron la atención. Ya han pasado más de 30 años.
¿Qué misterios cree haber desentrañado?
Hace mucho, cuando se hablaba de la calidad del whisky se decía que si olía a madera era verdadero. Eso es absurdo, muchos destilados añejan en madera. Pero, claro, era un modo de diferenciar la bebida informal de la formal.
¿Esto es una pasión?
Sí, conocer cómo se hacen los productos, las diferencias entre uno y otro, encontrar cosas importantes como que la mayoría de bebidas alcohólicas es saludable, o sea que tiene un efecto positivo siempre y cuando se cuide el volumen.
¿Cuál es su bebida predilecta?
Los momentos de consumo me llevan a tomar cosas distintas. Pero mi categoría favorita es el ron. Lo disfruto mucho porque tiene otras características: aromas atrevidos, es una maravilla cuando pasa, uno disfruta su complejidad. Es distinto a otras bebidas que son mucho más homogéneas. El ron es poco amigable.
¿Para estar en este rubro es preciso ser buen catador?
No tiene nada que ver. Puede haber gente que dirige una empresa de bebidas alcohólicas que no toma ni una gota de alcohol. El estar en la categoría no da licencia de tomar todos los tragos del mundo, ni de tenerlos tampoco.
¿Cómo se definiría como líder?
Si no te das cuenta de que el equipo es el que hace las cosas que producen el éxito, entonces pierdes. Por suerte, yo siempre me he dado cuenta de eso. El equipo es el protagonista. Mi liderazgo probablemente sea un poco más cercano a un paternalismo sin ser paternalista.
¿Cómo gestiona el error?
Depende de la magnitud del error. Si alguien del equipo comete un error, lo identifica, y entonces pasa a ser una oportunidad, pues ese error le hace aprender. Para nosotros, lejos de ser un problema es una oportunidad.
¿A veces es difícil conseguir un balance?
Este año cumplo 36 años de casado y, cuando hago viajes de trabajo, antes los hacía más todavía, sigo diciendo que mi estado civil es enamorado. No me ha afectado este ritmo de trabajo.
¿Algún destino al que siempre recurra?
He tenido oportunidad de ir a muchos sitios, conozco bastante el Perú. No tengo un sitio predilecto, me gusta el campo, también la playa. Pero creo que tiene más sentido la compañía que el lugar.