Los arándanos han venido ganando terreno en las exportaciones peruanas en los últimos años. Rodrigo Manzo, gerente de la Unidad de Negocios de Arándanos de Camposol, detalla que esperan terminar el año con 15,000 toneladas sembradas, de las cuales 12,000 serán exportadas (casi un 30% de la industria).

“En términos generales, el 55% de nuestras exportaciones se destina a Estados Unidos, 40% a Europa y 5% a otros destinos (Asia y Latinoamérica). La mayoría de nuestras ventas llegan al sector retail”, cuenta el gerente. Un importador potencial para el sector es China, por su reciente apertura para los arándanos.

Las condiciones sanitarias de los importadores son muy similares a las de otros países exportadores del área como Chile o Argentina. “Por ejemplo, a Europa llevamos el producto sin ningún tipo de tratamiento”, señala Manzo.

“Nuestros arándanos van a EE.UU. con tratamiento de frío o se fumigan en el destino, mientras que las exportaciones a Argentina y Chile deben ir fumigadas desde aquí”, agregó.

En cuanto a la demanda nacional, si bien aún es pequeña, presenta una tasa de crecimiento alta. Un 60% se mueve a través de mayoristas, aunque los supermercados han empezado a tomar importancia y representan aproximadamente el 25% del mercado nacional.

En Perú, el arándano puede ser producido todo el año. “Sin embargo, mediante manejos agronómicos, concentramos la producción para la ventana comercial, que va desde terminada la cosecha del hemisferio norte hasta su nuevo comienzo, es decir, desde agosto hasta febrero, haciendo pico entre septiembre y octubre”, explica el gerente.

El crecimiento de este negocio aumentaría significativamente el número de familias con trabajo y el nivel de ingreso de otras. “Esta inversión de tiempo y dinero debe hacerse en conjunto entre la empresa privada y el Estado, para avanzar de manera rápida y sólida, como ya lo han hecho nuestros principales competidores”, agrega.