(Bloomberg) Bajo los festejos de la fiesta anual de Warren Buffett para los accionistas de Berkshire Hathaway durante el fin de semana se hacía evidente un hecho aleccionador: encontrar la próxima gran operación es difícil.
El máximo ejecutivo de Berkshire habló en detalle el sábado sobre su imposibilidad de aprovechar las oportunidades en acciones tecnológicas, el reto de hilvanar grandes transacciones y su frustración con una montaña de efectivo que se acerca a los US$ 100,000 millones.
“No deberíamos usar su dinero de esa manera durante largos períodos”, dijo Buffett sobre el efectivo durante su reunión en Omaha, Nebraska. “La pregunta es: ’¿Vamos a poder invertirlo?’ Yo diría que la historia está de nuestra lado, pero sería más divertido que el teléfono sonara”.
Fue un momento especialmente pesimista para el multimillonario, que ha pasado las últimas cinco décadas comprando empresas y acciones.
Sus inversiones transformaron a Berkshire de una fábrica textil en apuros en un conglomerado con compañías de seguros, fabricantes, minoristas, empresas de servicios públicos y un ferrocarril, así como una cartera de acciones valuada en US$ 135,000 millones.
Mientras miles de admiradores que los adoran los miraban por TV en vivo (y muchos más los veían online en streaming), Buffett y el vicepresidente Charles Munger durante cinco horas respondieron preguntas del público, los analistas y los periodistas sobre temas que abarcaron desde las inversiones hasta las políticas públicas.
Buffett, de 86 años, dijo que el plan de salud republicano que aprobó la Cámara de Representantes seguramente favorecería a los ricos y reiteró su opinión de que la sociedad necesita hacer más para ayudar a las personas que denominó “víctimas indefensas” porque el capitalismo las deja excluidas. El CEO de Berkshire también les tiró un palo a los fondos de cobertura.
Sobre todo, el multimillonario habló largo y tendido sobre su empresa e inversiones. Buffett dijo que Wells Fargo & Co. manejó mal su respuesta a un escándalo de cuentas falsas.
Y predijo que Berkshire podría ganar “una buena suma” con sus recientes inversiones en aerolíneas si las compañías aéreas mantienen bajo un control más estricto las tarifas, aunque reconoce que “no es tarea fácil”.
Problema de efectivo
David Rolfe, que administra cerca de US$6.800 millones que incluyen acciones de Berkshire en Wedgewood Partners, dijo que no le sorprendía que Buffett se sintiera desalentado por la creciente acumulación de efectivo. Los mercados de valores suben desde hace años, lo que hace más difícil encontrar inversiones atractivas.
“Un mercado bajista mediocre sin duda podría resolver el problema del efectivo” al ofrecer oportunidades a Buffett, dijo Rolfe.
Berkshire subió 2.4% este año, menos que el avance del 7.2% del Índice S&P 500. La compañía de Buffett dijo, después que los mercados cerraron el viernes, que las ganancias operativas del primer trimestre cayeron 4.8% a US$ 3,560 millones, en tanto las divisiones de seguros recibieron reclamaciones por un ciclón en Australia.
El flujo de utilidades es un desafío creciente. El próximo CEO de la compañía podría tener que asignar mucho más capital del que jamás asignó Buffett, explicó el multimillonario el sábado. Eso implicará decidir cuánto destinar a las filiales de Berkshire, las adquisiciones y la selección de acciones evaluando al mismo tiempo si devolver fondos a los accionistas.
Buffett, que no ha nombrado públicamente a un sucesor, no paga dividendos y rara vez recompra acciones, argumentando que puede ganar más reteniendo las ganancias. Pero los inversionistas insistieron en preguntarle si la cantidad récord de efectivo lo obligaría a repensar su estrategia.
“En cierto momento, la carga de la prueba pasa a recaer en nosotros, y mucho”, dijo Buffett. “No hay manera de que yo pueda regresar aquí dentro de tres años y decirles que tenemos US$ 150,000 millones en efectivo”.