Londres (Reuters).- Barclays prometió una revisión rigurosa de los pagos a sus ejecutivos, ya que los accionistas criticaron a la nueva gestión en la reunión anual del banco, desconfiados de que se abandonará el pago de grandes bonificaciones en medio de una nueva iniciativa ética.
El presidente ejecutivo Antony Jenkins, incorporado el año pasado para deshacer una cultura de “ganancias a cualquier costo” en Barclays, dijo a los accionistas que pasaría un tiempo hasta que vean los beneficios de su reestructuración de miles de millones de libras esterlinas.
Sin embargo, se evidenciaba poca paciencia en la junta general de accionistas de la compañía, en el Royal Festival Hall de Londres.
Jenkins ha prometido cambiar los estándares y la cultura de Barclays intentando convertir a la entidad en un banco ‘Go-To’ (“Vayan”, en inglés) predilecto y desarrollar una relación más abierta con reguladores y clientes.
Esto ocurre tras unos escándalos costosos que involucraron adulteraciones de tasas, ventas inapropiadas de productos y bonificaciones grandes que forzaron el apartamiento de la gestión anterior y llevaron a fuertes críticas en los medios y el parlamento contra Barclays, que antes era una firma venerada.
“‘¿El banco ‘Go-To’? Vete al infierno Barclays. No entiendo por qué alguien necesita un millón de libras, y los que pidan más son unos bastardos codiciosos. Los bancos nos han llevado a la desgracia, han hecho derrumbar toda la economía”, dijo Joan Woollard, una residente de 75 años de Lincolnshire, que dijo haber comprado cinco acciones para asistir a la junta general anual.
Sus comentarios fueron aplaudidos y repetidos por otros.
Jennifer Cramer, una pequeña inversora, dijo que el diálogo sobre la moderación en los pagos en las juntas generales anteriores demostraron ser “un engaño” después de la renuncia de Alison Carnwath, ex jefa de remuneraciones, el año pasado tras su desacuerdo con el directorio sobre las bonificaciones del predecesor de Jenkins, Bob Diamond.
Los inversores institucionales, que poseen la gran mayoría de las acciones de Barclays, son en general partidarios de los planes de Jenkins y aprobarían una resolución sobre pagos establecida en la junta general. Los resultados de todas las votaciones serían anunciados más tarde.