(Bloomberg) AT&T Inc. ha pasado en la última década de ser una empresa telefónica regional a convertirse en una potencia nacional de las telecomunicaciones. Su próxima gran expansión consistirá en la compra de empresas para transformarse en un coloso de los medios y el entretenimiento, según personas con conocimiento de los planes.
En los próximos tres a cinco años, AT&T tratará de cerrar operaciones para convertirse en productor de programación, modificando su modelo de negocios para ser dueña del contenido que distribuya, señalaron las personas, que pidieron que no se revelara su nombre al hablar de la estrategia de la empresa. En la mira de la compañía se encuentran firmas con un valor de entre US$2.000 millones y US$50.000 millones, añadieron las personas.
Las compañías telefónicas están tratando de ver cuáles serán sus próximos pasos para expandirse, en tanto el crecimiento móvil se ameseta y la competencia con los proveedores de cable sigue intensa. Mientras que su principal rival, Verizon Communications Inc., apostó fuerte a la publicidad móvil, AT&T está más centrada en hacerse fuerte en la programación de video.
Después de convertirse en el mayor proveedor de TV paga de los EE.UU. a través de la adquisición de DirecTV, AT&T ahora enfrenta una nueva serie de desafíos: no perder a los abonados de TV, en una época en que es común el dar de baja el cable, y luchar contra los intentos de las cadenas de cable de subir los precios de sus canales. Sumar medios al negocio de distribución de AT&T daría a la telefónica un conocimiento valioso para los responsables de marketing sobre los hábitos televisivos de sus usuarios, como el que obtuvo su rival televisivo Comcast Corp. con la adquisición de NBCUniversal en 2011.
“El paisaje ha cambiado muchísimo en los últimos diez años. Desde un punto de vista estratégico, volcarse a los medios tiene mucho sentido”, dijo Amy Yong, analista de Macquarie Capital USA Inc. “Ser dueño del contenido se ha vuelto muy importante, no sólo por las ventajas de costos sino también para tener una presencia más fuerte entre los consumidores”.
El máximo responsable de AT&T, Randall Stephenson, tiene una lista de unas cuarenta a cincuenta compañías –una colección de pares y posibles objetivos de adquisición- que estudia en su tablet mientras planea su próximo gran paso, dijeron las personas con conocimiento del tema. Cuando otros ejecutivos quizá toman una revista cuando suben a un avión, Stephenson trabaja en su lista, apuntaron las personas.
Entrar al mundo del entretenimiento no será fácil.
Un gigante de las telecomunicaciones que surgió de las cenizas del poco imaginativo conglomerado Bell no encajará muy bien en el glamoroso mundo de Hollywood, y la empresa podría desperdiciar miles de millones en el intento de conciliar ambas culturas, dijo un ex ejecutivo de AT&T que participó en algunas de las operaciones más grandes de la compañía.