Ana María Bugosen, gerente general de 4D, afirma que las principales dificultades al gerenciar una cafeterías-heladerías es encontrar los insumos adecuados y el personal especializado.
La maestra heladera admite que, aunque el Perú “tiene de todo” en insumos, debe importar casi el 100% de los insumos que utiliza.
“Si necesito una galleta especial para heladería, tengo que mandar a hacerla galleta (…) Cuando hablo de cacao, puedo trabajar con cacao peruano pero procesado afuera”, explica.
Respecto al recurso humano, Bugosen, con 17 años de experiencia en el sector, sostiene que lo más difícil del negocio es el recurso humano.
“Hay una gran tendencia de querer entrar al rubro gastronómico, pero no hay una consciencia ni responsabilidad de lo que significa trabajar con alimentos. Hay un ‘talón de Aquiles’. El capital humano, que es la columna vertebral de una empresa, todavía no está consciente y no es totalmente responsable de lo que trabajar en esto significa”, indica.
En sus siete locales, 4D tiene entre 220 y 250 colaboradores. De estos, solamente unos 30 son técnicos heladeros que la misma Ana María forma. “Serían imposible que yo pida heladores en un país en la que no existe la profesión”, manifiesta.
Dentro de dos meses, 4D entrará a provincias con un nuevo local en el aeropuerto de Arequipa.
“Si uno quiere abrir una heladería artesanal, tienes que calcular entre US$ 300,000 y US$ 500,000. Eso es lo mínimo. Lo más caro son las maquinarias, los insumos”, indica.
El dato
Como todos los meses, 4D lanza un nuevo producto. En estos días de febrero, vuelve ‘El Amante’, sorbete de puro chocolate bitter con siete tipos de cacao, y los helados-sours de limón y maracuyá.