Brian Chesky y Joe Gebbla crearon en el 2008 Air Bed & Breakfast, una plataforma en Internet en las que personas ofrecen habitaciones de sus residencias, un sistema que ha puesto en alerta a los hoteles en el mundo.

Según un artículo del diario chileno La Tercera, la plataforma, que cambió su nombre por Airbnb en el 2009, posee en su cartera actualmente más de 300 castillos, dos mil casas de árbol, 900 islas y hasta 400 faros ofrecidos en alquiler.

El portal funciona en 34,000 ciudades de 180 países y registra más de 800,000 lugares para ser alquilados.

Un ejemplo de su gran crecimiento se registró en el mundial pasado.
En la Copa del Mundial de Fútbol de Brasil , alrededor de 120,000 personas de más de 150 países optaron por utilizar esa web para alquilar una habitación.

Ello representó ingresos por US$ 38 millones para los arrendadores, dinero que dejaron de percibir los hoteles, precisa el artículo.

Airbnb tiene además un récord alcanzado el 5 de julio, cuando más de 330,000 personas utilizaron el sistema para encontrar alojamiento en más de 160 países.

En la plataforma, los arrendatarios evalúan y otorgan un puntaje a sus ocasionales arrendadores, lo que sirve de referencia para las nuevas personas que buscan tomar en alquiler una habitación en cualquier parte del mundo.

Pero la expansión de Airbnb le ha generado también problemas. En España , la firma ha tenido que pagar una multa por comercializar departamentos turísticos ilegales. En varias ciudades de España aquellos que busquen arrendar una habitación deben poseer una autorización y pagar un impuesto.

Airbnb enfrenta problemas más complicados en Nueva York, donde ha tenido que sortear una serie de procesos judiciales, pagar multas y estar acusada de competencia desleal.