(Bloomberg).- El máximo ejecutivo de Under Armour Inc. es un fanático de Donald Trump. Sus principales atletas no lo son. Que comiencen los fuegos artificiales.
Tres de los más importantes nombres de la compañía de ropa deportiva se expresaron en contra del máximo responsable de la compañía, Kevin Plank, luego que alabara públicamente al presidente en CNBC diciendo que Trump es un “gran activo para el país”. Plank es miembro del Consejo Manufacturero de Estados Unidos.
“Concuerdo con esa descripción”, dijo a Mercury News la estrella de la NBA Stephen Curry, el más preciado portavoz de zapatillas de Under Armour, “si es que se remueve ‘et’ (del inglés original para activo -asset)”, con lo que la palabra quedaría como ass (burro en español).
El jueves, Misty Copeland, una renombrada bailarina de ballet que aparece comúnmente en los avisos de Under Armour, rechazó los comentarios de Plank a través de un post en Instagram. Copeland dijo que habló largamente con el máximo ejecutivo y que esperaba que la empresa tomara acciones públicas para promover la inclusión.
Dwayne Johnson, La Roca para los fanáticos de la lucha libre, también compartió fuertes palabras. El actor, que cuenta con una línea de vestuario con Under Armour, dijo ayer que los comentarios del máximo responsable pisoteaban las creencias de muchos de los empleados de la compañía. Se supone que los líderes deben inspirar a las personas, no “dividir y disolver”, indicó. “Estas no son ni mis palabras ni mis creencias”, dijo Johnson respecto a las afirmaciones de Plank. “Sus palabras fueron divisorias y carecen de perspectiva”.
La Casa Blanca declinó comentar acerca de sus dichos y Under Armour no respondió a solicitudes de comentarios. El miércoles, un portavoz de la firma dijo que promueve el comercio justo, la inmigración inclusiva y una reforma tributaria.
Al asumir una posición política, Under Armour se arriesga a alienar a aquellos atletas que ven negativamente a Trump y en un momento en que el atractivo de la marca como moderna y de moda está decayendo. Tras informar resultados decepcionantes en enero, Plank dijo que la marca necesita “ponerse más a la moda” y salir de la cancha hacia las calles. Plank indicó que la marca necesita volverse un bien para un estilo de vida casual, un segmento que en la actualidad lidera Nike Inc.
Varios miembros del equipo de fútbol americano de los Patriotas de New England han prometido no asistir a la tradicional visita a la Casa Blanca luego de ganar el Super Bowl. Mike Evans, estrella de los Tampa Bay Buccaneers, protestó contra la elección de Trump en un partido. Entrenadores de basquetbol de alto perfil como Steve Kerr, Stan Van Gundy y Greg Popovich también lo han criticado.
Lo mismo han hecho LeBron James y otros jugadores de la NBA incluyendo a Luol Deng y Jeremy Lin. (Una destacada excepción es Tom Brady, jugador de los Patriotas y atleta de Under Armour quien considera a Trump un amigo).
En tanto, los más cercanos competidores de Under Armour, Nike y Adidas AG, han condenado la orden ejecutiva de Trump de prohibir la entrada al país de refugiados de siete países de mayoría musulmana (una orden que anoche fue temporalmente bloqueada por una corte de apelaciones federal). El máximo responsable de Nike, Mark Parker, escribió en enero en un memorando a sus empleados que los valores de su compañía estaban siendo “amenazados” por la orden. “Esta es una política que no apoyamos”, escribió Parker en su carta.