La fiebre por la Copa del Mundo se extiende al álbum oficial y la pretensión por conseguir las 640 láminas es una tradición que trasciende nivel socioeconómico, género y edad. Son millones las personas de todo el mundo las que se suman a esta experiencia con el único fin de completar su respectivo álbum.
El objetivo de conseguir todas las láminas –que incluyen a los futbolistas de los 32 equipos seleccionados, más la foto de la escuadra, el logo de la federación e imágenes de los estadios- es una aventura que incluso ha sido emprendida por mandatarios como el colombiano Juan Manuel Santos, quien en una visita a la ciudad de Bello en el marco de su carrera hacia la reelección hizo un alto para intercambiar algunas figuritas; y la brasileña Dilma Rousseff, quien confesó que está ayudando a su nieto de 3 años a completar el popular librito.
La demanda por álbumes (y figuritas) es creciente y, Panini Group tiene la ardua labor de satisfacerla. Esta casa editorial italiana –que publica comics y tarjetas coleccionables- vende el álbum del Mundial en más de 100 países. Un negocio, de seguro, rentable, aunque la empresa prefiere no revelar cifras de ventas, de acuerdo a una publicación reciente del diario The Wall Street Journal.
Panini ha impreso millones de álbumes y miles de millones de figuritas en el marco de Brasil 2014. Los precios del álbum y de los sobres -que contienen cinco figuritas- varían en cada país, pero el costo del popular librito bordea los US$ 2 y cada sobre cuesta en promedio US$ 1. Los aficionados al evento deportivo acumulas aquellas láminas repetidas e impulsan, en consecuencia, un mercado de intercambio.
De hecho, parques y otras zonas públicas de distintos países, son escenario para que decenas de coleccionistas se reúnan para intercambiar sus láminas. Panini afirma que imprime todas las láminas en las mismas cantidades, pero conseguir algunas de ellas es un verdadero desafío porque muchos aficionados se resisten a cambiar aquellas figuritas que consideran especiales. Y esto “crea la ilusión de escasez en el mercado”, dice el diario WSJ.
De acuerdo a Mark Warsop, presidente ejecutivo de Panini América, Brasil es el mercado más grande de la casa editorial italiana, Alemania le sigue los pasos y después se ubica el resto de América Latina. Para esta edición del Mundial, una de las láminas más demandadas es la del argentino Lionel Messi.