Por Daniel Goya

¿Cómo le ha ido a Antamina con el programa de expansión?
El año clave para el proyecto fue el 2010, cuando definimos cuáles eran nuestros objetivos. A principios del 2011 ya habíamos avanzado bastante pero logramos culminar el programa a inicios del 2012. Así que tenemos poco más de un año tras implementar el programa que significó una inversión de más de US$ 1.300 millones.

Hemos llegado exitosamente a los niveles comprometidos y marchamos hacia adelante, lo que nos dice que tomamos buenas decisiones. Pero ha sido un camino complicado. En algún momento hemos tenido operando entre 8.000 y 9.500 personas en el campamento. Un proyecto de esta magnitud requiere del trabajo de diferentes niveles técnicos y de soporte, tiene un sistema de planificación bastante complejo. Se diseña con años de anticipación y ha habido todo tipo de eventos logísticos, técnicos y administrativos que resolver sobre la marcha. Pero al final logramos concluir el proyecto exitosamente.

¿En qué consistió el programa de expansión?
Extenderemos la vida útil de la mina del 2023 al 2029. Esta extensión agrega un valor significativo a nuestra operación y representa un logro valioso para la empresa. Ahora contamos con un nuevo transportador para la nueva pila de 36.000 toneladas de carga viva y la recuperación de mineral posee tres alimentadores nuevos y dos transportadores para alimentar el nuevo molino SAG. Ese molino eleva nuestro poder de molienda y reduce los riesgos de tener una sola línea de funcionamiento.

¿Cuáles son las metas de Antamina para el 2013?
El 2012 nuestra meta relacionada con el proyecto de expansión era lograr un 40% de incremento en la producción. Digamos que el año pasado Antamina se consolidó a nivel nacional como el mayor productor de cobre, hicimos 450.000 toneladas de cobre fino. Somos el mayor productor de zinc y plata. En los planos individuales, somos el segundo mayor productor de cobre. Así que los objetivos de este año son consolidar esas cifras y estar muy cerca de lo que se logró el 2012. Siempre digo que debemos estar consistentemente en los niveles de producción alcanzados.

¿Cómo se logran y se mantienen niveles tan altos de producción?
Es un tema complejo que requiere de la participación de un gran equipo. Antamina es una familia fuerte, con una estrategia con mucha planificación detrás, creo que esa es la parte básica. Hemos trabajado mucho en el área social y productiva. Tenemos un movimiento de materiales en mina de casi 700.000 toneladas al día y de eso entre 130.000 y 140.000 toneladas se van a las plantas de concentración todos los días.

Por eso consolidar esta operación es importante y no se logra sin un equipo humano y tecnológico importante. Por ejemplo, hoy contamos con una flota de 120 camiones gigantes que llevan entre 250 y 300 toneladas por viaje, además de siete palas enormes que se encargan de llenar las tolvas de esos camiones.

A la par, hoy la minería moderna tiene tecnología que ayuda a que el trabajo vaya de la mano con la preservación y cuidado del medio ambiente. La aplicación de nuevas técnicas hace que la productividad se eleve de manera eficiente.

¿Qué le preocupa a futuro?
En verdad ya estoy viejo para preocuparme (risas). Hoy mi mayor concentración está en consolidar el desarrollo alcanzado, que las cifras sean permanentes, consolidar los costos. Hay varios temas que llaman mi atención, pero todos pueden ser muy bien manejados, me concentro en encontrar el mejoramiento de vida de las comunidades.