Madrid (AFP).- El gigante español de las energías renovables Abengoa examina hoy un plan de viabilidad destinado a impedir su quiebra, buscando generar una nueva compañía más pequeña y menos endeudada.
Su consejo de administración tiene previsto reunirse en la tarde de este lunes para examinar este plan elaborado por la dirección, según una fuente cercana al tema. Si es aprobado, será enviado a los bancos, fondos de inversión y proveedores de Abengoa, según esta fuente.
Antiguo buque insignia de la economía verde en España, Abengoa lucha contrarreloj por evitar la quiebra, que sería una de la mayores de la historia del país.
La empresa, lastrada por una pesada deuda de cerca de 9.000 millones de euros, se declaró en preconcurso de acreedores el 25 de noviembre, lo que le dio un plazo hasta el 28 de marzo para lograr un acuerdo con sus financiadores.
Sus principales bancos y el público Instituto de Crédito Oficial (ICO) le dieron una semanas más de respiro hace un mes, al aportar 106 millones de euros para pagar los salarios de diciembre. Pero exigen que el grupo reduzca su deuda y su tamaño.
Según la prensa española, la “nueva Abengoa” reduciría en un 60% su facturación, que en el 2014 fue de 7,000 millones de euros, y a la mitad su resultado bruto de explotación (1,400 millones en 2014).
Para ello, el grupo considera la posibilidad de realizar desinversiones por 1,500 millones de euros, pero conservando su ingeniería y su conocimiento, afirmó el rotativo Expansión.
Se trataría de inmuebles, parques de paneles solares, desaladoras o de sus actividades en biocarburantes, afirman varios diarios.
Los países más afectados serían Brasil, Costa Rica y Turquía, según la prensa. Abengoa realiza un 87% de su volumen de negocios fuera de España y está muy presente en el continente americano.
En Brasil, donde Abengoa construye líneas de transmisión eléctrica, ha suspendido varios proyectos, al tiempo que mantiene conversaciones con las autoridades del país sudamericano, que quieren asegurarse de la continuación de las centrales eléctricas de la compañía española.
En cambio, no se tocará a su filial estadounidense Abengoa Yield, recientemente rebautizada Atlantica, que abrió una central solar gigante en Arizona, según la prensa.
El grupo andaluz controla un 41,9% del capital de esta filial que cotiza en la Bolsa de Nueva York y valorada en 1.800 millones de dólares. No puede deshacerse de ella, debido también a que su participación sirve como aval en diversos créditos.
Reducción de empleo.
La reestructuración implicaría una renegociación de la deuda para que pase de 8,900 millones de euros a unos 3,000 millones, según varios medios. La familia fundadora Benjumea reduciría su peso entre un 5 y un 10%.
“Antes la empresa no lograba financiar sus inversiones con sus beneficios ni sus necesidades de capital circulante (diferencia entre sus gastos y sus ingresos) y no es seguro que pueda hacerlo con una reducción de sus deudas”, considera, no obstante, Maxime Kogge, analista de Spread Research.
Esta reducción de tamaño supondrá despidos, según el diario Expansión. Abengoa empleaba a 28.700 personas a finales de septiembre, de ellas unas 7.000 en España.
La empresa ha empezado por no renovar contratos temporales en España – se han eliminado unos 500 desde noviembre, según los sindicatos- y reducir sus plantilla brasileña, destaca el sindicato brasileño Sintepav.
Este sindicato afirma que unas 1,500 personas ya han perdido su empleo y teme que pueda haber hasta 5,000 despidos.
“El plan contendrá medidas sobre proyectos que no sean viables y eso tendrá una afectación en el empleo”, dice a la AFP, Juan Manuel Moreno, secretario general de la federación de industria del sindicato CCOO.