El presidente de la Cámara Nacional de Turismo (Canatur), Carlos Canales, señala que el 72% de las empresas dedicadas a actividades relacionadas al turismo son informales, mientras que el 28% restante forma parte de alguno de los gremios que une al sector.
“Nosotros, que estamos en la formalidad, podemos presentar solicitudes al Estado para la devolución del IGV. El informal no puede solicitar este tipo de servicios”, comenta.
De hecho, según Canales, gran parte de los servicios que integran las agencias de viajes parten de personas naturales, como los guías o personas que ayudan a los turistas en deportes de aventura: “La gente que colabora con cargar los equipos, armar la carpa o limpiar el campamento, muchas veces en el campo, no tiene RUC o RUS y, en algunos casos, ni DNI”.
En este sentido, apunta que las utilidades que reportan de las agencias de viajes no son reales, por el efecto de la informalidad. Pues, las transacciones con estas personas no se pueden bancarizar y la devolución del IGV se tramita, algunas veces, con declaraciones juradas.
Exportación de servicios
Ante la reciente derogación en el D.S. 1161 del Ministerio de Economía y Finanzas, que regulaba la aplicación la aplicación del D.L. 1126 exigiendo a las empresas turísticas un registro como exportadores de servicios y algunos requisitos que son potestad de Sunat (como el de ser buen contribuyente), el presidente de Canatur considera que no habrá un impacto grave en el turismo, que crecería este año entre 11 y 12%.
No obstante, considera que aún falta trabajar hasta que todo los servicios del paquete turístico sean considerados como exportación de servicios.
“Todos los insumos desde las entradas a los museos hasta el transporte deben estar incorporados. Consideramos que llevar a un turista en un circuito por la vía aérea fluvial o ferroviaria deben considerarse como exportación de servicios”, asevera Canales.