Hace poco leí un estudio que mostraba que más del 60% de los estadounidenses no sienten que su trabajo es una buena opción para ellos. Además indicó que más de la mitad de todos los trabajadores estadounidenses encuestados se sienten “infelices” y/o “deprimidos” en su actual trabajo. Nuestro equipo en Vanderbloemen ha entrevistado a miles de candidatos a través de los años, así que escuchamos historias de empleados insatisfechos todo el tiempo.
Ya sea que esté en el lado de los que contratan o de los entrevistados, sepa que el proceso de encontrar una buena opción laboral es un reto para todos los involucrados, pero que vale la pena buscar. Si usted está considerando un cambio de trabajo o asistirá a entrevistas para un nuevo empleo, le sugiero que sea muy perspicaz (y tal vez incluso exigente) a la hora de buscar alternativas.
Afortunadamente, hay algunas preguntas que tanto los empleadores como los postulantes pueden hacerse a sí mismos para tener más claridad en el proceso de búsqueda. Aquí hay tres que son muy útiles, según mi experiencia:
1. ¿Es un trabajo que me mantendrá despierto por las noches pensando en cómo mejorar las cosas?
En otras palabras, ¿cuán apasionado estoy acerca de la labor que desempeñaré en este trabajo? Quedarse despierto de noche pensando en cómo mejorar las cosas en el trabajo en realidad puede ser una señal de que tiene un empleo que está en armonía con sus ideas. Si es así, usted será capaz de soportar una gran cantidad de imperfecciones en el trabajo (y todos los empleos las tienen).
Para los empleadores, simplemente sustituya el “yo” por “ellos” en esta pregunta. ¿Acaso este candidato está simplemente buscando dejar un trabajo aburrido? ¿O está verdaderamente entusiasmado por el trabajo que hace su empresa? El rendimiento laboral tiene a menudo un lazo directo con la respuesta a esta pregunta.
2. ¿Cuánto de mi aprendizaje en trabajos anteriores será usado en este futuro empleo?
En un mundo ideal, el empleo que está buscando es un trabajo que nunca hubiera podido hacer sin toda esa experiencia acumulada hasta ahora. Por ejemplo, pasé 15 años dirigiendo iglesias antes de incursionar en el campo corporativo con un trabajo en Recursos Humanos en una compañía del Fortune 200. Luego, aprendí sobre las mejores prácticas de búsqueda de ejecutivos corporativos en una organización religiosa. Ahora, tengo la oportunidad de usar todo lo aprendido en el pasado para ayudar a construir un servicio para el futuro de la Iglesia. Nunca hubiera podido hacer lo que hago ahora si no hubiera hecho todo ese trabajo desde hace años atrás.
Los empleadores deben entender que, si bien una buena personalidad y alto potencial son grandes características a tener en cuenta, el perfil adecuado y la cantidad de experiencia deben ser considerados en gran medida.
3. ¿Esta nueva oportunidad que estoy considerando tiene una cultura que alienta a sus empleados o solo los tolera?
La diferencia entre los dos es como la noche y el día. Usted está considerando un cambio de ambiente, y en la mayoría de los casos, es un ambiente en el que pasará más tiempo que en cualquier otro lugar. Es probable que durante la semana pase más tiempo con la gente con y para quien trabaja que lo que estará con su familia. Haga lo que pueda para averiguar si ese potencial lugar de trabajo y sus futuros compañeros aportarán entusiasmo a su vida. Este factor podría marcar toda la diferencia en su felicidad, producción laboral y sentido de realización.
Para aquellos en el extremo del proceso de contratación, esto puede ser un aspecto difícil de analizar. Pero una de los retos más importantes a la hora de atraer a los mejores candidatos es crear una cultura a la que la gente quiere incursionar. Hágase la misma pregunta: “¿Estamos animando a nuestros empleados o simplemente tolerándolos?” Vea cómo la calidad de los candidatos sube a medida que usted ajuste su cultura como corresponde.
Por William Vanderbloemen, colaborador de Forbes.