(Bloomberg).- Cuando usted sueña con una vida laboral más flexible, ¿cómo la imagina? Para muchos de nosotros, el santo grial es trabajar desde casa, pero el futuro de las modalidades de trabajo flexibles podría ser muy diferente.
Los trabajadores dicen, en una encuesta tras otra, que la flexibilidad es un aspecto muy importante de la satisfacción con el trabajo. Pero lo que realmente quieren es trabajar desde casa, según un estudio recientemente publicado por el Centro de Washington para el Crecimiento Equitativo.
La idea no es realista para muchos de los campos laborales que crecen más rápido, y no es algo que la mayoría de los empleadores esté ofreciendo.
El trabajador promedio aceptaría una rebaja de 8% en su paga para trabajar desde casa, comprobó el estudio. Otros posibles arreglos laborales, como comprimir el equivalente de cinco días de trabajo en cuatro o elegir diferentes horarios para comenzar y finalizar, no parecen justificar un salario más bajo.
Tal vez más que cualquier otro arreglo, trabajar desde casa ayuda a los trabajadores, en especial a aquellos que tienen hijos pequeños, a equilibrar su trabajo diario y obligaciones vitales. Como los costos del cuidado infantil están tan altos, puede tener más sentido financiero para algunos padres quedarse en casa, un hecho que ha sacado de la fuerza laboral a muchas mujeres. No sorprende, entonces, que el estudio comprobara que las mujeres valoran la opción de trabajar en casa más que los hombres.
“Tiene sentido que las mujeres valoren esta opción”, dijo Amanda Pallais, economista de Harvard e integrante del equipo de investigadores. “Las mujeres siguen teniendo la responsabilidad principal del cuidado de los niños en muchas familias. Si pueden combinar la atención de sus hijos y el trabajo, eso les parece un gran beneficio.
Después de todo, casi un tercio de las mujeres con una licenciatura dejan la fuerza laboral cuando tienen un hijo, según un estudio realizado a lo largo de 30 años y de publicación reciente. El número es algo menor para aquellas que tienen un título inferior a una licenciatura. Como no hay licencia paga a nivel federal, muchas mujeres tienen ya sea que volver al trabajo de inmediato o dejar del todo la fuerza laboral. Y una mayor flexibilidad laboral, sostienen los investigadores, ayudaría a cerrar la brecha genérica en la paga.
Nada popular.
Sin embargo, el trabajo desde casa sobre una base regular es entre los empleadores una de las formas menos populares de otorgar flexibilidad a sus empleados, y muchos de los empleos de más rápido crecimiento no se prestan a este cómodo arreglo.
En una encuesta de más de más de 3000 compañías el año pasado, 60 por ciento dijo que ofrecía trabajo a distancia esporádico, pero solo un 20 por ciento de los empleadores permitía el teletrabajo de tiempo completo, en tanto un tercio ofrecía el beneficio en tiempo parcial. Para la mayoría, la flexibilidad significa permitir a las personas quedarse en casa cada tanto para recibir al plomero, lo cual no le resuelve a nadie las necesidades presentes del cuidado familiar.
Además, una gran cantidad de los trabajos de más rápido crecimiento y aquellos que emplean a más personas en Estados Unidos, según la Oficina de Estadísticas Laborales, no se presta a un arreglo de trabajo desde casa.
Tomemos a las enfermeras diplomadas, conductores de camiones o trabajadores del comercio minorista. Esos trabajos basados en turnos no pueden realizarse desde la casa. Pero ofrecen otra clase de flexibilidad, y esta podría lograrse sin afectar la paga.
En su investigación, la economista de Harvard Claudia Goldin comprobó que los empleos que ella llama “sustituibles” –es decir, empleos que no dependen de que una persona en particular esté disponible en determinado momento– ofrecen mayor flexibilidad sin sacrificar la paga, en especial en los campos de altos salarios, porque los trabajadores no están siempre disponibles.