El Ejecutivo anunció, en la víspera, la creación de un nuevo régimen de incentivo laboral la que se concretará en los próximos días a través de un Proyecto Ley, en favor de los jóvenes de 18 a 29 años. ¿De qué trata esta propuesta?
Básicamente, el Estado se compromete a pagar los costos del importe de EsSalud (9%) que incurren las empresas contratantes con dinero del fisco por los próximos tres años. La meta de la administración de PPK es la generación de 50,000 nuevos puestos de trabajo formales.
El titular del sector, Alfonso Grados, aclaró que para mantener este beneficio las empresas deberán acreditar que han incrementado su planilla.
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Teniendo como antesala la llamada “Ley Pulpín” promovida por el gobierno de Ollanta Humala y que generó el rechazo de los principales beneficiados, dado que recortaba sus derechos laborales, ¿se podría anticipar una reacción similar con esta iniciativa planteada por el Ejecutivo en los próximos meses?
El laboralista Jorge Toyama se muestra optimista hacia la propuesta planteada debido a que este incentivo es totalmente opuesto a la llamada “Ley Pulpín” por lo que generaría rechazo de esta población.
“Esta propuesta no tiene nada que ver con la Ley Pulpín ni debería comparársela por que los jóvenes no sufren ningún menos cabo de sus derechos laborales, es decir, van a contar con CTS, gratificación, vacaciones remuneradas, entre otros. La carga, por decirlo de alguna manera, lo va asumir el Estado ya que asumiría los aportes (de estos trabajadores) a EsSalud”, refirió el especialista.
En ese contexto, calificó como un buen “gancho” para las empresas este subsidio teniéndose en cuenta que más de un millón y medio de jóvenes se encuentran desempleados. “La informalidad en este sector llega al 80%. ¿Es un gancho para las empresas que paguen un costo menor? Me parece que si dado que tendría un sobrecosto menos, sin perjudicar a los jóvenes”, dijo.
Con ello, incluso generará que las empresas se decidan por contratar a los jóvenes en relación a un empleado mayor de 30 años sobre todo en trabajados que demanda mayor mano de obra. “Incluso me atrevería a decir que tampoco generará el rechazo de la población beneficia como paso con la Ley Pulpín, ya que no los perjudica”, advirtió.
Candados necesarios
Toyama refirió que si bien la propuesta planteada podría elevar la contratación de jóvenes de 18 a 29 años, se requieren de algunos “candados” o incentivos paralelos.
Por ejemplo, el titular de Trabajo dijo que el compromiso del Estado de subsidiar el pago de EsSalud sería por tres años, ¿qué pasará después con estos jóvenes, podrían ser despedidos a fin de contratar a nuevos empleados para mantener el beneficio?
Al respecto, el laboralista sugirió la implementación de estímulos adicionales para que las empresas se animen a contratar a estos jóvenes luego de transcurridos los tres años como trabajadores ordinarios.
“Este tipo de medidas debe complementarse para que los jóvenes, transcurrido los tres años, sean contratados bajo el régimen general y evitar malas prácticas de empresas que tengan puestos de jóvenes y nunca de trabajadores. No deberían haber puestos de jóvenes vitalicios”, detalló.
También consideró que se debería colocar filtros para que aquellas empresas que deudas con EsSalud y situación de cobranza coactiva, no sean beneficiadas de este subsidio. Lo mismo debería ocurrir con aquellas empresas multadas por la Sunafil.
Shock de promoción del empleo
Toyama también consideró que urge el desarrollo de un shock de promoción del empleo general – no sólo a favor de los jóvenes – dado que el empleo formal no registra cifras de crecimiento hasta el momento.
“No se ve un movimiento del crecimiento del empleo desde hace varios meses y tampoco se avizora un buen panorama, por lo que sí se necesita un shock de promoción del empleo a todo nivel. Si bien la medida anunciada hoy es a favor del 20% de la PEA, se requieren anuncios para el otro 80%”, indicó.
