Tomado de Forbes
1. Satisfágalos (solo un poco)
Con este tipo de personas, lo último que uno quiere escuchar es una lista de sus más recientes logros. Si comienzan a hablar sobre ellos mismos, Christopher Croscurth, Ph.D. en Comunicación Interpersonal, sugiere voltear la conversación: hable sobre sus propias metas y cómo esta persona puede ayudarle. Hablará sobre ella misma, pero le ahorrará su engreimiento.
2. Cure la herida
Otra razón por la que las personas son detestables es su síndrome de “pobrecito yo”. Algo que usualmente sucede que no responden bien a los retos. Entonces, cuando haya algún raro momento en que logren hacer algo bien, puede alimentarles un poco el ego felicitándoles. Es fastidioso, pero vale la pena en el largo plazo.
3. Controle lo que pueda
“La única reacción sobre la que usted tiene control es la suya propia”, indica Groscurth. En una discusión, por ejemplo, el humor y una actitud positiva pueden mantener un ambiente civilizado. Si le vienen a contar problemas, puede voltear la situación diciendo: “sí, la situación se ve difícil, ¿pero qué puedes hacer para arreglarla?”
4. Busque lo bueno
Dentro de todas las malas cualidades de una persona, debe haber al menos una buena. Concéntrese en ella durante los intercambios que tengan, incluso si es su cabello o algún otro rasgo físico. Digamos que se encuentra frente a una persona extremadamente grosera, pero con un bonito peinado, solo piense en ello, diga lo que tiene que decir y continúe con su día.
5. Detecte coincidencias
Es posible que la persona a quien tanto deteste también sea padre de familia, fanático de algún equipo o exalumno de una escuela a la que asistió. “Concéntrese en lo que tienen en común para obtener sentimientos más positivos hacia esa persona”, aconsejó David Levin, autor de Don’t Just Talk, Be Heard!
6. Evite culparlos
Las personas con quien a veces es difícil trabajar normalmente buscar ‘racionalizar’ sus acciones. Dicen que no son los malos, así que culpan a otros por haber sacado su lado negativo. Para evitar que hagan eso, no les eche la culpa de sus errores directamente. En lugar de eso, puede decir, “mira, aquí hay algo que sí pudo salvar el día” y dé sus impresiones.