(Bloomberg).- Si el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cumple su promesa, su país se unirá al resto del mundo industrializado y proveerá algún tipo de licencia por maternidad paga.
Como explicó durante la campaña, Trump brindaría a las flamantes madres seis semanas de licencia paga, por debajo del mínimo de 14 semanas recomendado por la Organización Internacional del Trabajo de Naciones Unidas y mucho menos que lo recibido por las profesionales en Europa Occidental.
Sin embargo, mientras Estados Unidos marcha rumbo a una política nacional de licencias pagas, los estudios sugieren que una licencia demasiado larga no es lo ideal.
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Las políticas de licencia por maternidad que se extienden por un año o dos suelen retrasar profesionalmente a las mujeres, dice Ariane Hegewisch, directora del programa de empleo e ingresos del Institute for Women’s Policy Research en Washington: “Parece que desacelera tanto el avance profesional de las mujeres como su participación en la fuerza de trabajo”.
Por ejemplo, en Alemania, el país de Hegewisch, las mujeres pueden tomarse hasta tres años por hijo con salario parcial. Cierto es que el 73 por ciento de las alemanas vuelve a trabajar. Pero cerca de la mitad de ellas termina tomando trabajos de medio tiempo, ganando menos y progresando más lentamente, si es que progresan.
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Beneficios.
Los principales beneficios para la salud de la madre y el hijo se manifiestan en los primeros seis meses de licencia, dice Christopher Ruhm, profesor de políticas públicas y economía de la Universidad de Virginia.
Licencias más prolongadas no funcionarían en Estados Unidos, por lo menos no ahora, dijo, y señaló que los europeos tienen más protecciones laborales, sindicatos más fuertes y seguros sociales mucho más fuertes. “Tenemos instituciones muy diferentes”, dice. “Habría que empezar con cautela, con una licencia modesta, y luego evaluarla”.
Incluso con leyes, hay una barrera cultural. En una encuesta con más de 25,000 licenciadas de la Escuela de Administración de Harvard, mujeres de campos como las finanzas y la consultoría informaron que tomarse más de seis meses de licencia las perjudicó profesionalmente.
“Los jefes y los compañeros de trabajo sacan conclusiones negativas sobre las mujeres y su compromiso”, dijo Robin Ely, directora de la Gender Initiative de la institución.
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Leyes.
Actualmente, la Ley Federal de Licencias Familiares y Médicas permite a los empleados tomarse hasta 12 semanas de licencia sin goce de sueldo. Una solución inicial sería convertir esa licencia en paga, dijo Ruhm, de la Universidad de Virginia.
Ese período no está ni remotamente cerca del nivel al cual una mujer podría tener que preocuparse por efectos adversos para su carrera, dice Maya Rossin-Slater, profesora asistente de Economía de la Universidad de California en Santa Bárbara.
También es lo suficientemente modesto como para tener un impacto limitado sobre los empleadores. En un estudio hecho por Ruhm y Rossin-Slater sobre 104 pequeñas y mediana empresas en Rhode Island, que ofrece hasta cuatro semanas de licencia paga para padres y tutores, los investigadores concluyeron que la licencia por maternidad era “un fiasco para los empleadores” por las ausencias, la moral y la rentabilidad.