Si usted (como jefe) va a llenar su oficina, almacén o sala de ventas con seres humanos, es inevitable que tarde o temprano algunos de ellos se enamoren y/o deseen apasionadamente. Como no podía ser de otra manera.
El trabajo es un lugar fantástico para conocer a su media naranja. Es mucho más seguro ver a un atractivo y cautivador compañero(a) de trabajo y tomarse un tiempo para conocerlo(a) en terreno neutral que conocer gente a través de Craigslist o en los bares de poca luz.
En el trabajo, usted puede ver cómo piensa la otra persona, además de su visión de mundo, modales, intereses y sentido del humor. El trabajo es como un millón de pequeñas citas con casi ninguna presión social. En suma, el trabajo es un excelente lugar para empezar una relación amorosa.
“Conocí a mi esposo en el trabajo en 1984. Yo era la gerente de Recursos Humanos y él laboraba en el Sistema de Cuentas Nacionales. Él fue a algunas de las sesiones de capacitación que organicé. Fuimos a almorzar un par de veces. Luego me dijo: “¿Te gustaría salir conmigo, tal vez a ver una película o algo así?” y yo dije “¡Claro! ¿Qué tal el sábado?”
Pensé que me estaba invitando a salir “como amigos”, como dirían nuestros hijos. Pero no era así. Al final, aclaramos esa confusión, nos casamos y tuvimos cinco hijos juntos.
El trabajo es un lugar maravilloso para conocer pareja, y todos vamos a estar mejor cuando dejemos de alarmarnos por la idea que dos empleados pueden llegar a enamorarse en el trabajo. “Mientras todo el mundo sepa que el trabajo no es un lugar para ‘besitos’ y ‘abrazitos’ que puedan incomodar a otras personas, no habría nada de qué preocuparse”, anota Liz Ryan.
Eso suponiendo que el romance se dé entre compañeros. Los gerentes, obviamente, no pueden salir o coquetear con sus subordinados, sin importar si su interés es o no correspondido.
Supongamos que la gerente de una empresa está saliendo con un subordinado y todo va de maravilla. Bueno, eso sería un gran problema. Otro empleado(a) en el grupo podría decir que él o ella no está recibiendo el mismo trato cordial que el empleado que está saliendo con la jefa. En los EE.UU., al menos, el límite es claro: no se puede salir con personas que trabajan para usted. Simplemente eso no puede pasar.
Me ha tocado recibir a gerentes que vienen a pedirme que “facilite” la transferencia a otro departamento de una de sus empleadas para así poder salir con ella libremente. De ninguna manera. No hay forma que eso pase. Y de nuevo regresamos al tema del trato preferencial.
Ya que estamos tocando un poco el tema de acoso sexual aquí, debo mencionar que cualquier cosa que usted esté haciendo para comunicar lo que es y no es apropiado en cuanto a relaciones amorosas en el lugar de trabajo, probablemente no es suficiente.
He sido testigo de situaciones de acoso sexual a través de nuestros servicios de consultoría, y les puedo afirmar que son cosas que usted no necesita en su organización. Es mucho mejor dejar mil veces en claro este tema y así evitar malentendidos.
Volviendo al tema del romance en la oficina. Es clave recordar que, cuando una relación no funciona, lo mejor para todos es mantener la calma en el lugar de trabajo. No lo haga por ella, la chica complicada, o por él, el patán insoportable; hágalo por sus compañeros de trabajo. Ellos no pidieron un asiento de primera fila para ver su drama amoroso.