1. ¿Sabes cómo diferenciarte? Los reclutadores apenas leen los tres primeros párrafos de tu vida laboral. Y tampoco dedican demasiado tiempo a cada caso concreto. Algunas investigaciones cifran en apenas seis segundos el tiempo que un reclutador dedica a tu vida laboral, por lo que resulta cada vez más necesario buscar nuevas formas de impactar al seleccionador en un tiempo récord para pasar a la segunda fase del proceso de selección, y más si has decidido una reinvención profesional total.
Debes conocerte muy bien a ti mismo; saber lo que quieres y lo que la empresa necesita; dominar los cambios y nuevas tendencias del mercado laboral; y estar seguro de que las capacidades profesionales con las que cuentas son las adecuadas. Todo esto es consecuencia de una planificación que te llevará como candidato a ser muy explícito y convincente sobre aquello que puedes aportar a un puesto concreto.
Necesitas una gran habilidad para sintetizar y comprender los valores de la compañía a la que aspiras, y has de destacar las ventajas competitivas que te diferencian del resto de candidatos, que son tus competidores. Explica cómo te vas a anticipar a las demandas del mercado y cómo conseguirás los recursos necesarios para lograr esa anticipación.
2. Demuestra que eres el mejor. Debes considerarte como un producto al que hay que poner precio, nombre y envase. De nada sirve ser útil, fiable y sintonizar con tu mercado, empleador o jefe si eres invisible. La visibilidad y la notoriedad acaban generando sensación de confianza, pero no sirve de nada decir que eres el mejor candidato para ocupar un puesto si no ofreces pruebas de que haces lo que prometes. Para conseguir esa confianza, lo mejor es que hablen bien de ti o que ofrezcas pruebas de que has hecho o puedes hacer aquello que aseguras.
3. Visión en perspectiva. Una visión lineal de nuestra carrera y de nuestra vida hace que sea muy complicado tomar una decisión de cambio radical efectiva. Solemos tener una serie de anclajes ligados al crecimiento lineal y horizontal, pero si viéramos nuestra vida profesional y personal en sentido circular y también en diagonal podríamos plantear los cambios de una forma muy diferente.
La perspectiva desde la que se debe plantear la reinvención debe ser si esto me complementa’. Cuanto más abiertos seamos, mejores profesionales seremos. Un concepto lineal-vertical no te permite aprovechar demasiadas oportunidades.
4. El recurso de dar un paso atrás. En ocasiones, lo más conveniente y sensato puede ser recurrir a la estrategia del paso atrás para desatascar nuestra carrera profesional. Lo que puede verse como un retroceso puede ofrecer en realidad la oportunidad de tomar un camino distinto que al final resulta determinante para nuestro destino. Conviene olvidar los prejuicios que limiten nuestra capacidad de recolocarnos.
5. Revisa tu política de contactos. Sin un ‘networking’ sólido no podrás acceder a un empleo… Suena a amenaza virtual, pero es verdadera y tangible: necesitas contactos reales, eficaces y de calidad. En esto ya no puedes cometer errores. Si quieres que ocurra algo diferente o encontrar nuevas oportunidades debes abrir tu campo de acción: establece relaciones con todo tipo de gente y en un amplio espectro de profesiones.
6. Domina todos los rechazos. Si te has pasado varios meses fracasando en procesos de selección, eso no puede dinamitar tus intenciones de reinventarte profesionalmente. Dejarte dominar por la frustración afectará a la manera de enfocar tu ‘discurso del ascensor personal’ para sucesivas entrevistas de trabajo. No hay una fórmula mágica para solucionar esta situación frustrante.
Se debe pasar y aceptarla. Pero no hay alternativa a seguir intentándolo, porque no encontrar trabajo no puede ser una opción, y debes continuar. O te enfrentas a la próxima entrevista o sólo tienes la opción del fracaso. Y esto es lo que condena a muchos al paro de larga duración. Se trata de una magnífica ocasión para reciclar tu saber hacer, para actualizarte y para estudiar qué profesiones emergentes están siendo más demandadas y dónde puedes aportar más.
7. Combate las ofertas ocultas. Un estudio de Lee Hecht Harrison asegura que apenas un 20% de las ofertas de empleo está disponible y es visible para quien rastrea un empleo. Para reinventarte debes ser capaz de contrarrestar la influencia de estas ofertas ocultas y el hecho de que sólo tienen acceso a ellas grupos cerrados de candidatos, una especie de elite en la que figuran aquellos que están superrelacionados y que van rotando de empresa en empresa. Los expertos convienen en que, en estas condiciones, un ‘networking’ sólido es casi la única opción para triunfar en la búsqueda de un puesto.
8. Profesional en transición. Buscas un cambio radical, pero incluso si estás desempleado no eres un parado: eres un profesional en transición. Preséntate a todos los contactos profesionales como un profesional y no como un parado. Tu trabajo es encontrar empleo, y eso se ha convertido en una actividad complicada para la que se requiere ser un verdadero experto.
Si estás desempleado di que estás en transición y en un replanteamiento de tu carrera en el que puedes aprovechar tus mejores capacidades y experiencia. No buscas trabajo, ofreces soluciones. Hay muchas necesidades por cubrir de las que posiblemente en muchas empresas ni siquiera son conscientes. El desempleado mantiene una actitud pasiva. El profesional que tiene una mentalidad de venta de servicios va a buscar problemas y necesidades y localiza a quienes realmente pueden tomar las decisiones.
9. Evita el ruido que te desorienta. Hay que tener muy en cuenta la llegada de nuevos agentes al mercado del reclutamiento, que vienen con el auge de las recomendaciones de particulares; las ofertas invisibles, que hacen que sean cada vez más importantes los contactos personales y menos el currículo; o la influencia creciente de las plataformas que tunean profesionalmente a los candidatos…
La cuestión es quién va a estar al frente de las recomendaciones, de la selección y adecuación de los nuevos perfiles profesionales. Quizá hay demasiado ruido en el mercado laboral, y aquellos que buscan un empleo -convencidos de que los medios tradicionales no sirven- se pierden en una realidad desconcertante. A menudo pueden encontrarse profesionales desorientados acerca de cómo buscar empleo de forma efectiva. Desconocen cómo funcionan los cazatalentos, los agregadores, los portales de empleo…
Y sumar las nuevas herramientas y posibilidades es complicado para quien busca la reinvención profesional. Mucha gente está despistada, porque parece que hay trabajo por todos lados cuando en realidad no es así… Las redes, las plataformas, el ‘networking’… Todo eso ofrece una visibilidad que nunca ha existido. Se trata de una oportunidad (que genera una visibilidad enorme), pero también implica una gran responsabilidad.
10. Flexibilidad para cambiar. Recuerda que siempre es buen momento para cambiar de trabajo si hay razones para hacerlo. Las percepciones de tener éxito hacen que lo intentes. Lo que marca la tendencia no es la necesidad de cambio, sino la percepción de las posibilidades de éxito. Si te decides por la aventura del cambio debes ser muy flexible. La ubicación geográfica o la disposición a moverte e incluso a cambiar de sector y de profesión tienen que ver con esto.
11. Trabajar de otra forma. En la decisión de abandonar tu trabajo o tu empresa debes incluir la posibilidad de adoptar nuevas fórmulas laborales, sin ceñirte únicamente a la empresa tradicional. Tenderemos cada vez más a crear nuestra propia empresa, a trabajar fuera de nuestro entorno local; y estudiar-trabajar-retirarse ya no será la secuencia normal, porque intercalaremos épocas de ocupación con otras de menos empleo. También habrá que tener en cuenta nuevas fórmulas de trabajo flexible, ‘freelance’, economía bajo demanda y colaborativa que permitirá a los profesionales buscar nuevas oportunidades.
12. ¿Cuánto dura esto? Parece claro que debes seguir las tendencias que marcan los nuevos perfiles y profesiones. Pero debes analizar la posibilidad de que nos encontremos ante una burbuja de profesiones. ¿Son todas verdaderamente sostenibles? Quizá resulte imposible aconsejar a alguien que tome el camino de reinvención que brindan las nuevas ocupaciones de la misma manera que en otro tiempo se recomendaba carreras tradicionales como Derecho, Ingeniería, Medicina o Económicas.
Recuerda que si la realidad actual demanda nuevas profesiones y está dispuesta a contratar a especialistas capaces de ocupar con eficacia esa tarea, eso convierte la función en una profesión, con o sin titulación. Como lo fue en su día el herrero o el alfarero. La profesionalización de una función va en directa proporción con su dificultad de ejercerla bien a la altura de las nuevas exigencias. Lo que puede hacer casi cualquiera no se considera una profesión, pero lo que hay que prepararse a fondo y aprender sí logra esa apreciación. Y no todas las aparentes “nuevas profesiones” merecerían esa consideración, ya que muchas de ellas son apenas una ocupación digital.
13. ¿Qué harás en 2021? Quien esté pensando en un cambio radical de su vida profesional debe tener en cuenta que la capacidad para pronosticar cómo será nuestra vida laboral dentro de un lustro proporciona una ventaja competitiva. Si buscas una reinvención profesional radical, conocer ese futuro es una ventaja, porque de este modo desarrollas nuevos conocimientos y competencias encaminados a acercarte donde quieres llegar. Si esto lo trabajas de manera consciente, podrás conseguirlo en el futuro. Resolver dónde estaremos trabajando en cinco años es también una incógnita de difícil solución.
Posiblemente no estemos en la misma actividad, y nuestro modelo de relación con la empresa será también distinto. En el mercado laboral se está produciendo la misma bipolarización que en los mercados de productos y servicios: había tres tipos de profesionales, los que aportan alto valor a las organizaciones; los que aportan valor medio; y los profesionales ‘low cost’. Desaparecen los profesionales de valor medio, y esto significa que, o bien incrementamos nuestro valor percibido en el mercado o estaremos en un mercado de salarios muy bajos.
14. Habla otro lenguaje. Los nuevos modelos de búsqueda de empleo tienen que ver con el hecho de que las ofertas tradicionales y los anuncios de toda la vida cada vez son menos eficaces. Las nuevas exigencias implican una nueva manera de reclutar y una capacidad para sintetizar y comprender los valores de la compañía y para transmitirlos a quien los pueda entender. Se busca a un nuevo tipo de candidatos. Debes hacerte responsable de tu propia empleabilidad y de tu trayectoria.
La simple lectura del currículo ya no permite a un reclutador percibir qué tipo de profesional tiene delante. Hoy se tiende a tener en cuenta el peso de la personalidad y de los valores del candidato, y éstas son las herramientas que más ayudan a valorar cómo encajas en la cultura de la empresa. Para los empleadores resultan cada vez más irrelevantes tus éxitos pasados y la forma tradicional en la que los vendes. Tu CV debe reflejar los talentos y habilidades que eres capaz de ofrecer en el nuevo puesto.
15. Tu reflejo en las redes. Tu huella digital es ya crucial para una valoración completa¡ de quién eres como profesional, y para verificar y contrastar la información proporcionada. Gestionar adecuadamente tus perfiles sociales y crear una marca personal sólida, real y efectiva en las redes es una necesidad para quien busca un cambio profesional. El dominio de las redes habla de la calidad del trabajo que eres capaz de mostrar en los medios sociales, y si puedes usarlos como correa de transmisión de lo que haces.
Diario Expansión de España
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