(Bloomberg).- En la mayoría de las empresas, si alguien piensa que ha sido testigo de acoso sexual, sexismo, intolerancia o racismo, hay una manera de abordarlo: dirigirse a Recursos Humanos.
En Google hay otra forma de expresar la queja: presentarla en un foro de mensajes dirigido por empleados, que está organizado en un correo electrónico semanal.
La lista, llamada “Sí, en Google”, busca recopilar presentaciones anónimas en Google y su empresa matriz Alphabet Inc. y comunicarse a través de la empresa, según cinco empleados actuales que reciben los correos electrónicos.
“Sí, en Google” presenta datos sobre denuncias de comportamiento no deseado en el trabajo en un intento de hacer a la empresa más inclusiva, dijeron los empleados, que pidieron que no se revelara su identidad porque no estaban autorizados a hablar de asuntos internos de la empresa.
Desde que comenzaron en octubre, más de 15,000 empleados -el 20% del personal de la compañía- se han suscrito, según dos de las personas.
La administración de Google está al tanto de la lista. “Trabajamos muy duro para promover y preservar una cultura de respeto e inclusión”, dijo un portavoz de Google en un comunicado.
“Nuestros empleados tienen muchas maneras de plantear cuestiones -tanto negativas como positivas-, incluyendo a través de esfuerzos de transparencia de base como este. Tomamos en serio las preocupaciones y tomamos las medidas apropiadas para abordarlas”.
La lista es dirigida por un grupo de empleados de diferentes áreas, según una persona familiarizada con la lista, aunque no se sabe quién dirige la lista ni cómo o si las solicitudes son examinadas antes de ser distribuidas.
Por lo general, no se nombra a las personas en las quejas, aunque una presentación describió un caso en el que, durante una gran reunión de la empresa a finales de abril, el presidente ejecutivo de Alphabet, Eric Schmidt, habría interrumpido a la máxima responsable financiera, Ruth Porat, cuando se le hizo una pregunta.
El comentario clasificó la situación como una queja “relacionada con el género”. Una persona que asistió a la reunión dijo que Schmidt respondió la pregunta para hacer una broma. Los mensajes a veces incluyen los nombres de los puestos y otros detalles.
Google, junto con otras empresas de tecnología, enfrenta la creciente presión de los defensores de la diversidad y los medios de comunicación para cambiar el género y la composición racial de su fuerza laboral, compuesta en su mayor parte por hombres blancos y asiáticos.
Pero dentro de la empresa, los empleados también hablan sobre lo que consideran un trato injusto. El correo electrónico semanal, cuyo título pretende sugerir que sí, estas cosas suceden en Google, aunque no se vean, es una manera en que los empleados presionan para lograr concientización y cambio.
La dirección de Google no controla ni influye en el contenido, aunque los organizadores de la lista piden a veces a los equipos o a empleados concretos que hagan comentarios antes de una publicación, de acuerdo con una persona familiarizada con la lista que no estaba autorizada para hablar del tema.