“No basta con las facturas”, refiere Gino Menchola, socio de Tax & Legal de PriceWaterhouse Coopers, quien recomendó a las pequeñas empresas identificar su personal que pueda especializarse en atender a la Sunat.
Explicó que la administración tributaria en los últimos años amplió su presencia en grandes contribuyentes, y por ello las pequeñas y grandes empresas ya cuentan con personal experimentado en procesar los requerimientos de los auditores.
“Se requiere, por ejemplo, hojas de tiempo de los proveedores de servicios, correos electrónicos, informes de las empresas consultoras, entre otros. Ya observamos varias resoluciones del Tribunal Fiscal que avalan esta posición de la Sunat”, anotó.
Por ejemplo, si una empresa industrial contrata un perito para analizar una línea de producción, es necesario guardar la copia del informe para efecto de incluir ese gasto en la deducción del IR.
La organización previa –aclaró el experto- no debería generar un costo mayor. “En la medida que prevengamos evitaremos el pago de multas. Las empresas no viven pensando que vendrá la administración tributaria. Pocas firmas en el país contratan personal con el único fin de atender a la Sunat”, observó.
Beneficios de la reforma
La reciente reforma tributaria -resaltó Menchola- lleva a la necesidad de actualización. “El cambio es beneficioso porque obliga a leer la norma y permite identificar los problemas que puede enfrentar la organización”,
destacó.
El especialista además reconoció que la Sunat está más presente en las empresas y cuenta con personal más especializado, lo que mejora la eficiencia en la fiscalización.
“Ahora están más pendientes de los pequeños detalles, y se ha mejorado la gestión de la institucional. Claramente hay un mayor control y presión. Por ello la conciencia tributaria está cambiando. Las empresas están más preocupadas en cumplir con sus obligaciones”, acotó.