Cada vez más los alumnos de los últimos ciclos de las universidades se inician en la búsqueda de una organización donde puedan hacer sus prácticas profesionales. Mientras tanto los empleadores pueden enfrentarse a la oportunidad de retener personas altamente calificadas.

Según los analistas del sector, un práctica profesional no debe tomarse a la ligera porque consiste en el primer acercamiento a un entorno real de trabajo. De manera que les permite a los estudiantes comenzar a interactuar con profesionales del rubro, aprender a trabajar en equipo y sobre todo conocer el modo en que funcionan las organizaciones y se aplican los procesos.

Eso al margen de que los alumnos pueden poner a prueba sus conocimientos, destrezas y habilidades, por lo que a corto plazo ya pueden observar en qué áreas tendrían un rendimiento más optimo para así poder desarrollar esas competencias de cara más al largo plazo.

Especialistas sugieren que el alumno se enfoque en buscar una empresa compatible con sus expectativas para que la práctica sea una instancia productiva y valiosa, a su vez, permita un beneficio mutuo.

También es importante que el estudiante comparta ciertos valores con la compañía a la que aspira lo que desembocará en un sentido de pertenencia y que reflexione sobre si se proyecta trabajando en la empresa, porque de ello dependerá su nivel de compromiso y convertirse en un aporte.