Según la Real Academia de la Lengua Española, el hábito es el “modo especial de proceder o conducirse adquirido por repetición de actos iguales o semejantes, u originado por tendencias instintivas”.
Gran parte del comportamiento del ser humano se resume en sus hábitos. Es decir, muchas de las actividades que llevamos a cabo diariamente están estrechamente relacionadas con los hábitos que tenemos. Consecuentemente, buenos o malos, influyen ampliamente en los resultados que obtenemos.
Por eso, para Victor Hugo Manzanilla, autor del blog Liderazgo Hoy, el hábito es como el “piloto automático que cada uno lleva dentro”.
“Todos estamos manejados por nuestros hábitos. Si no existieran los hábitos, tendríamos que pensar antes de cada acción en todo momento. Los hábitos nos ayudan a descargar la mente consciente de decisiones que ellos toman automáticamente. Son nuestro piloto automático”, explica.
Haciendo uso de esta analogía, el especialista en liderazgo explica que, muchas veces, las personas se dejan llevar por “piloto automático” sin tener un destino muy claro. Cuando no se tiene un plan de vuelo estructurado, el piloto se convierte en un peligro.
“Es común que (las) personas comienzan a trabajar en buenos hábitos por el simple hecho de que son buenos hábitos, sin conectarlos con la visión que tienen para su vida. A la larga sólo trae frustración y fracaso”, explica.
¿Cómo desarrollar hábitos positivos?
En primer lugar, es necesario aclarar que la construcción de hábitos no es rápida ni facil. Es un proceso de constancia, control y dedicación que toma, según los especialistas, 6 semanas como mínimo para concretarse.
Siendo estos los términos, lo más lógico es que se comience por organizar los objetivos que se tiene.
Por ejemplo, explica Manzanilla, si se quiere bajar de peso, no se debe pretender adoptar los hábitos de un atleta, ya que estos obedecen a una persona mucho más preparada físicamente. A cambio, la meta de alimentarse bien y caminar 30 minutos diarios es mucho más realista y fácil de llevar. Una vez que se logra este hábito, se puede pasar a una siguiente fase.
Por otro lado, como se lee líneas arriba, es necesario conocer los plazos que se necesita para fijar hábitos. Según el especialista, se necesita de 6 semanas para desarrollar un hábito. También indica que muchas personas se pasan aplazando el momento en el que empezarán a trabajar en sus costumbres, por lo que ponerse un plazo de 48 horas es necesario para comenzar pronto y seguro.
una vez establecidos los plazos, el siguiente paso es enfocarse en lo que se quiere ser y no en lo que se quiere eliminar. “No te enfoques en el sacrificio, enfócate en el logro. Te hará el camino mucho más fácil”, recomienda Manzanilla.
Finalmente, busca un cómplice de hábitos. Nada como tener apoyo de la pareja, de los amigos o de la familia para comenzar a cambiar juntos. Una atmósfera de apoyo ayuda a no volver a caer en la tentación de los malo hábitos.
“Recuerda que el agua, gota a gota, rompe la roca. Tus hábitos te harán una persona saludable o enferma, una persona próspera o pobre, una persona llena de amigos o solitaria. Día a día, definirán tu destino”, finaliza.