Ocho consejos para ser la persona ‘todo terreno’ que una organización necesita

Los cambios son inherentes en una organización, pero si un colaborador no sabe adaptarse a tales no encajará en el nuevo modelo organizativo.

Las organizaciones actuales necesitan personas ‘todo terreno’ que sepan resolver problemas y con una serie de aptitudes, pero sobre todo con actitudes, lo más difícil de encontrar, según el Dr. Ángel Baguer, experto español en dirección de personas.

Baguer es un experto en gestión empresarial y profesor visitante de la Universidad de Piura, y según su experiencia, si una persona no tiene capacidad de aprender rápido, no comunica o no sabe trabajar en equipo, no encajará en el nuevo modelo organizativo.

Para evitar esta situación, el experto recomienda:

El puesto de trabajo
Dado el entorno cambiante en que desarrollan sus actividades las organizaciones es fundamental potenciar el liderazgo para influir y conducir equipos. Además, de sensibilidad intercultural para entender e integrarse en otras culturas, disposición de movilidad, en horarios, viajes y cambios de residencia.

Así, detalló que el colaborador debe separar lo fundamental de lo accesorio, ser práctico y tener sentido común, pero principalmente tener flexibilidad, porque eso garantizará la evolución personal para no anclarse en la rutina.

La formación continua
La formación del personal mejorará la productividad. Permite que los miembros de la organización se adecuen a las nuevas tecnologías y cambios del entorno.

Así, el colaborador dominará el puesto de trabajo, asumirá retos y se motivará para permanecer en la empresa. Si un empleado quiere tener competitividad y continuidad debe poseer un grado de formación permanente, que garantice el reciclaje en su carrera profesional. Este plan de formación debe ser impulsado por la dirección de la organización.

Seguir los procedimientos
Las empresas disponen de unos procedimientos escritos que constituyen su pilar. Si todo funcionase correctamente, no habría problemas, ya que lo que ayer funcionó bien, funcionaría bien hoy.

Sin embargo, el entorno no es estable y está sometido a cambios continuos. Por tanto, el trabajo consistirá en aplicar los estándares escritos siempre que se pueda y será la persona la que tendrá que solucionar, con su iniciativa, lo imprevisible que sucede en el día a día.

La gestión del tiempo
La falta de organización implica la realización de horas extras, que en muchas ocasiones no son retribuidas. Se deben de tener objetivos claros, concisos y prudentes, cercanos a la realidad, así como planificar para que no haya desviaciones en el plazo de ejecución.

Si se dedica tiempo a la planificación, menos tiempo se invierte en la ejecución. Destinar 10 minutos al comienzo del día a planificar las cosas importantes, permitirá que de tarea en tarea se alcance el objetivo y se evitará el estrés.

La motivación
El agradecimiento y reconocimiento del trabajo se considera uno de los factores más motivadores para las personas. Una sincera palabra de agradecimiento en el momento preciso, puede significar para un empleado mucho más que un aumento de sueldo.

Asimismo, al trabajador debe otorgársele cierta responsabilidad, que le llevará a tener autonomía y tomar decisiones. Los empleados necesitan sentir que evolucionan profesionalmente, que tienen una meta y que cada día dan un paso más para alcanzarla.

La comunicación
Es tan importante para las organizaciones que sin ella no pueden existir, ya que le da al empleado la información necesaria para realizar su trabajo.

Sin la comunicación un trabajador no conoce lo que hacen los demás y los directores no pueden recibir información de lo que sucede. Se debe escuchar con atención, darle confianza al emisor y no interrumpir.

Para fomentar la comunicación es necesario planificarla con reuniones periódicas con los empleados, lo que generará confianza para emitir sugerencias, encuestas anónimas y entrevistas.

El trabajo en equipo
El trabajo en equipo se potencia cada vez más, es imprescindible y se considera como uno de los factores de éxito de las empresas y su mayor ventaja competitiva.

Para establecer un equipo de trabajo es necesario que haya un objetivo en común por parte de todos sus componentes, que exista un líder y no un jefe, y una actitud de integración de las personas que lo componen, ya que los miembros deben sentirse solidariamente responsables, con una comunicación constante y gestionarse ellos mismos.

El compromiso
Para fomentar el compromiso de los colaboradores es necesario colocar al empleado en un puesto de trabajo apropiado a sus conocimientos y actitudes, proporcionarle un buen clima laboral, diseñarle un plan de carrera atractivo, que pueda conciliar el trabajo con la vida familiar, y reconocerle la labor que realice con dinero y con beneficios no monetarios.

Para evaluar este compromiso se debe realizar el cálculo de beneficios reportados como la puntualidad, la falta de absentismo injustificado, la calidad del trabajo realizado, el orden y la limpieza, la disciplina, la disponibilidad y la capacidad.

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