Las empresas ya no sólo buscan profesionales con conocimientos técnicos y responsables, encontrar al candidato ideal tiene muchas más exigencias.
El mercado busca a profesionales integrales, un abogado que sepa de matemáticas, un ingeniero que entienda de Marketing o un periodista que posea conocimientos de programación.
Cuando hablamos de elementos competitivos, no hacemos alusión a competir contra otra persona, sino más bien a las aptitudes, conocimientos y destrezas necesarias que logran diferenciarte de los demás.
Para eso, debes reconocer y estimular aquellas cualidades que has logrado obtener y que son un valor agregado para el mercado.
Actualmente las compañías priorizan aquellas habilidades sociales y emocionales que permitan desenvolverse con otras personas. Algunas de las más comunes son la capacidad de trabajar bajo presión, el espíritu de colaboración y la inteligencia emocional para comprender las necesidades propias y de los demás.
Lograr ser un referente, también es un elemento importante de la competitividad, porque fortalece nuestra imagen, y por tanto, nos hace aún más atractivos para las empresas.
A continuación, te damos algunas recomendaciones necesarias para convertirte en un profesional competitivo.
Definir objetivos: esto es lo primero que debes hacer para lograr tus metas. Pero es importante que sean alcanzables y dentro de un tiempo determinado. Algo que te ayudará con esta pregunta, es tener claro cuáles son tus objetivos profesionales y fortalezas (habilidades que puedan ser una ventaja competitiva). Por ejemplo, antes de terminar el año realizar un curso de programación computacional.
Desarrolla tu marca personal: identifica tus fortalezas y debilidades y trabaja en ellas. Recuerda que cada uno de nosotros tiene un sello que nos diferencia del resto y en un mercado tan competitivo, es necesario que sepas vender aquellos atributos que te hacen único.
Amplía tu campo laboral: no limites tu rubro. Recuerda que de todos los sectores puedes adquirir competencias y habilidades importantes para tu formación profesional.
Capacítate: realiza cursos y asiste a seminarios, en la era de la información, los conocimientos y las formas de hacer las cosas se van actualizando rápidamente. Recuerda que tu formación debe ser lo suficientemente competitiva como para ser atractiva para el mercado.
Mantén actualizado tu currículum: ser competitivo también implica mantener actualizado tu currículum. Para los empleadores, un CV desactualizado, pierde valor e inmediatamente queda fuera del proceso de selección.
“Hace varios años atrás, tener una carrera universitaria era suficiente para ser competente en el mercado. Sin embargo, actualmente, cada día son más los profesionales que cuentan con un diplomado, un MBA o saben un segundo idioma, con el objetivo de tener una formación que los destaque del resto”, señala Ernesto Velarde, Country manager de Trabajando.com Perú.
“Otro elemento importante dentro de la competitividad, es la marca personal, ya que es un concepto que apunta a explotar lo mejor de nosotros y a venderse de la mejor forma, resaltando las características más relevantes”, agrega Velarde.