Después de la expansión internacional que la hizo famosa, Aje se enfrentó a un reto. Quería exportar talento peruano a sus filiales alrededor del mundo. Y para eso, necesitaba que sus principales directivos tengan un nivel de inglés elevado.
Roger Isidro, deputy general manager de Langrow, escuela de inglés ejecutivo que entrena a los directores de la compañía, destaca que ahora la firma planea extender la capacitación en el idioma a sus mandos medios.
Y sí que puede ser difícil lograr un objetivo como este. “La mayor dificultad del ejecutivo es su agenda laboral”, destaca.
Exigencia interna
El principal negocio de Langrow es el corporativo, un 80%, según Isidro. “El primer contacto casi siempre viene de las áreas de recursos humanos. Tienen requerimientos de inglés para ciertos puestos o quieren que evaluemos a sus candidatos”.
Según el gerente, existen empresas como Interbank en las que las reuniones son solo en inglés a pesar de que la mayor parte del accionariado sea nacional. “Hay casos de compañías en las que basta que un miembro de la mesa hable otra lengua para que el inglés se convierta en un puente de comunicación”.
El contexto lo amerita: el ejecutivo quiere al inglés como una herramienta de uso diario. “La diferencia está en la afinación respecto a sus labores puntuales”.
Para cada quien
Para Gustavo Sánchez, coordinador de e-learning del Británico, la diferencia en el programa a seguir estará en el uso para cada carrera. “Los ingenieros demandan más un inglés técnico y para leer y responder documentos. En cambio, las carreras comerciales demandan más un inglés del día a día”.
El instituto ofrece programas como “English for the workplace” entre otros para darle a cada profesional el inglés específico que necesita para sus actividades.
Sánchez detecta una fuerte demanda para tareas puntuales como reuniones, redacción de e-mails o finanzas.
Certificados más allá del TOEFL
“Desde hace unos cinco años las certificaciones han empezado a tomar importancia”, revelan desde Langrow. Y si se trata de probar el nivel de inglés para un puesto de trabajo, exámenes académicos como el TOEFL no serán suficiente.
El TOEIC (Test of English for International Communication) se ha convertido en un aval para ejecutivos que quieren usar la lengua en un contexto laboral o trabajar en el extranjero.
Y si lo que quiere es probar su nivel de inglés comercial, el BULATS (Business Language Testing Service) es el ideal.