Las tecnologías cognitivas ahora son capaces de llevar a cabo muchas tareas que alguna vez fueron consideradas únicamente del dominio de los humanos. Entre ellas, se incluyen el reconocimiento de voz, visión computarizada y, en desarrollo, temas como máquinas que ven, leen, escuchan e, incluso, aprenden viendo videos en YouTube.
Según la última Encuesta Global realizada por Deloitte a más de 3,300 directivos, cerca del 60% de los líderes califican este tema como “importante” o “muy importante”.
Pero, aunque muchos ejecutivos están interesados, pocos tienen una comprensión del asunto y sus impactos. Las brechas de capacidad son muy evidentes: solo el 5% de los entrevistados cree que tiene un entendimiento detallado de cómo la tecnología cognitiva afectará su fuerza laboral.
Si bien el impacto de la tecnología sobre el trabajo no es nuevo, un reciente estudio de la Universidad de Oxford encontró que cerca de la mitad de todo el trabajo que hoy se hace en EE. UU. podría ser automatizado en la siguiente década.
En los próximos años, la relación entre el ser humano y las máquinas, así como el diseño de cargos y, en general, las prácticas de trabajo deberán repensarse. La rotación en los cargos se dará de manera más frecuente y los empleados a todo nivel deberán adquirir nuevas habilidades.
Una idea importante es que las máquinas colaboran, no compiten. Algunos ejemplos: la traducción ha cambiado enormemente desde que se dispone de nuevas herramientas tecnológicas, Amazon está usando más robots para apoyar los cargos en sus bodegas y Barclays ahora valida la identidad de quienes llaman mediante reconocimiento de voz, en vez de hacerles preguntas de seguridad.
Y nuevos ejemplos aparecen a diario: los sistemas automatizados de detección de fraude ayudan a los agentes de servicio secreto a tomar decisiones más rentables; una importante compañía de seguros de clase mundial permite a sus clientes tomar fotos a sus vehículos cuando han tenido un inconveniente, subirlas electrónicamente a un software de siniestros, acelerando el proceso de reclamación.
En Volkswagen, los robots ayudan a los trabajadores de la línea de manufactura a hacer más trabajo y con menos lesiones físicas; y así podríamos seguir enumerando ejemplos.
A medida que el conocimiento y el trabajo físico continúan siendo desplazados por la tecnología, los líderes de RR.HH. juegan un rol más importante en esta transición.
Los equipos de talento y aprendizaje necesitan entender la tecnología y usar “design thinking” como una forma para integrar la tecnología al trabajo.
Liderando procesos de “rediseño del trabajo”, desarrollando programas contundentes de capacitación y trabajando con tecnologías en la implementación de nuevas tecnologías, los líderes de la gestión del capital humano pueden ayudar significativamente a facilitar la transición para mejorar la productividad y el compromiso.
Lecciones de Vanguardia
Los esfuerzos recientes de una compañía de beneficios de salud para desarrollar una plataforma de cuidados de salud son un ejemplo de cómo la colaboración entre gente y máquinas puede generar avances en las metas de negocio.
La plataforma incorpora datos de una gran variedad de fuentes usando tecnología cognitiva, lo que permite a los empleados administrar más eficazmente los beneficios del cliente, mientras reducen costos generales.
En el pasado, las enfermeras practicantes gastaban cientos de horas analizando si los tratamientos propuestos eran consistentes con las políticas de la compañía. Estas decisiones involucraban conocimiento detallado de las ciencias médicas, historia del paciente y las razones del tratamiento por parte del médico tratante.
Ahora, el proceso está parcialmente automatizado por un sistema que usa generación de hipótesis y aprendizaje basado en evidencias, el cual genera recomendaciones que ayudan a las enfermeras a tomar decisiones acerca de posibles tratamientos.
El sistema también puede aprobar automáticamente solicitudes de pacientes externos. Además, durante todo el proceso, se “enseña” al sistema a reconocer directrices y políticas de la organización.
¿Por dónde pueden empezar las organizaciones?
•*Explore y aprenda*
Invierta tiempo y esfuerzo para entender cómo las tecnologías cognitivas impactan su negocio, sus cargos o su productividad.
¿Qué se está usando hoy en día en su sector y que más hay para el futuro cercano? La velocidad en la innovación tecnológica significa que las técnicas que parecen estar a años luz llegan ahora más rápido que nunca. La oportunidad para los líderes de RR.HH. y del negocio está en mejorar su dinámica e incorporar estos avances tecnológicos a su organización para impactar la productividad.
•*Comparta experiencias*
Dado el alcance y la velocidad de los avances en tecnologías cognitivas y robótica, hay oportunidades para que los equipos trabajen en conjunto con universidades, empresas de tecnología y proveedores de la industria para entender las nuevas tendencias y anticiparse.
•*Experimente con nuevos modelos de cargos*
Encuentre oportunidades para ensayar aplicaciones cognitivas aplicadas a algunos cargos y comparta sus resultados con los líderes de la organización para que ellos vean cómo se puede generar valor de esta manera.
•*Evalúe qué funciona y qué no*
Determine cómo puede combinar tecnología y robótica en el diseño de sus cargos, en su productividad y en la satisfacción de sus empleados. Analice cómo estas tecnologías mejoran o disminuyen la productividad y el compromiso de la gente.
Ahora bien, vuelvo a la frase del comienzo: “Las tecnologías cognitivas ahora son capaces de llevar a cabo muchas tareas que alguna vez fueron consideradas únicamente del dominio de los humanos”. La pregunta es: ¿Estamos preparando a las generaciones venideras para que puedan desarrollar los trabajos que serán necesarios en el futuro cercano? Algunos datos interesantes:
•*Las estadísticas*
Las estadísticas dicen que el 65% de los tipos de empleo que habrá en el 2025 todavía no se han generado.
•Cada vez menos las carreras académicas garantizan un buen empleo*.
• La Organización para la Cooperación y Desarrollo de las Economías (OCDE) dice que ocho de cada diez puestos de trabajo en países desarrollados son para perfiles de conocimiento.
• Se sabe que no habrá más puestos de por vida, antes algunas personas ingresaban a los 18 años a una organización y se jubilaban allí, hoy eso no existe.
_*Por Alejandra D’Agostino*
Socia de consultoría en capital humano en Deloitte_