Algunas observaciones efectuadas por los jefes podrían ser contraproducentes, por lo que la mejor estrategia es simplemente ‘morderse la lengua’. Estas son, de acuerdo al portal INC, las 16 frases prohibidas:
1. “Siempre lo hemos hecho de esta forma”. Esta no es la actitud adecuada ante una alternativa de solución. Solo es la razón que podría brindar un jefe para evitarse la tarea de repensar en una situación. Así no logrará innovar.
2. “Sólo resuélvelo.” Con esto el jefe solo se quitará un peso de encima, pero lo pondrá en las espaldas de otro. La labor del superior inmediato consiste en orientar a sus empleados, cuando éstos tienen dudas acerca de cómo hacer las cosas.
3. “No tengo tiempo para esto.” Puede ser frustrante cuando los empleados ejercen presión, pero la función principal del jefe es asegurarse que sus subordinados puedan encargarse de sus propios trabajos y, para conseguir esto, debe encaminarlos.
4. “¿Crees que estás estresado?” Si el superior instaura en su equipo una suerte de competencia para ver quién anda más estresado, sin duda, está poniendo en riesgo la fortaleza mental de sus colaboradores.
5. “¿Es esto lo mejor que puedes hacer?” Un empleado jamás se sentirá bien al escuchar estas palabras. Es necesario usar tácticas de motivación verdaderamente eficaces.
6. “Hazlo cómo te digo.” Es posible hacer esta observación con niños, pero los colaboradores necesitarán saber el “qué”, “por qué” y “cómo”.
7. “Siento interrumpir tus vacaciones, pero…” Si algo va mal, mientras que un empleado está de vacaciones, el jefe solo debe atribuírselo a su pésima planificación.
8. “Tu predecesor hizo un mejor trabajo.” Este es un comentario demasiado tonto. El jefe solo logrará que el colaborador se sienta mal y reducirá, por ende, las posibilidades de que incremente su rendimiento, al menos, en ese momento.
9. “Tienes suerte de tener un trabajo.” Al oír esto, los mejores empleados comenzarán a buscar un trabajo diferente, donde se sientan más valorados. Esto puede ocurrir, igualmente, con los trabajadores promedio.
10. “Esa idea es tonta.” Un comentario de este tipo, sobre todo cuando se menciona durante una sesión de lluvia de ideas (brainstorming), solo propiciará que, en adelante, el colaborador prefiera quedarse callado antes ofrecerle otra idea.
11. “Estás haciendo un trabajo pésimo.” Cuando los empleados están naufragando, el jefe tiene que tirarles una cuerda, no insitir en que están a punto de ahogarse. En otras palabras, se trata de motivarlos, no de hundirlos.
12. “Te veo guapo/a hoy.” Aunque el superior pueda decir esto con buenas intenciones, será mejor que no se arriesgue a que sus palabras sean interpretadas de manera negativa.
13. “¿Qué te pasa? (en referencia a un error laboral).” El profesional podría tomarlo como algo personal. Un comentario así podría enfriar una relación de trabajo.
14. “¿Por qué eres tan vago?” La crítica debería abordar aquellas conductas que la persona necesita cambiar, no temas de carácter o personalidad.
15. “Sabía que fallarías.” Si el jefe sabía que el empleado cometería un error, ¿por qué le asignó entonces ese proyecto? En este caso, el superior necesita conocer los beneficios de la delegación efectiva de responsabilidades.
16. “Te lo dije.” Si el jefe era consciente de que el empleado quería hacer algo de una manera que no funcionaría, es precisamente el superior el que debería responsabilizarse de las consecuencias.