El público siempre termina agradecido con expositores bien preparados, claros y que no hacen perder el tiempo. Boris Veldhuijzen van Zanten, de The Next Web, detalla para INC cuáles son las frases que éstos deberían evitar.
“Estoy retrasado/cansado/‘resaqueado’.”
Una de cada cinco presentaciones inicia con una excusa. “Estoy cansado del último viaje”. “Recién me hicieron la invitación ayer”. Son, en realidad, frases poco convincentes que a la audiencia no le interesa oir. El público solo desea que el expositor ofrezca lo mejor de sí.
“¿Pueden oírme todos? ¡Sí pueden!”
Unos tres golpecitos en el micrófono antes de decir: “¿Todos pueden escucharme?, ¿las personas de atrás también?” y luego sonreír porque resulta que es evidente que todos los presentes escuchan a la perfección al conferencista.
No es responsabilidad del expositor verificar el audio. Hay personas encargadas de ello. Si el que está parado sobre el estrado piensa que el sonido no funciona, solo bastará con que le solicite discretamente al moderador hacer esa tarea.
“No lo puedo ver bien porque las luces son demasiado brillantes.”
Sí, cuando se está en el escenario las luces son brillantes y es difícil ver con claridad a cada persona que forma parte de la audiencia, pero ésta no tiene que saber todo eso. El expositor tiene que actuar como si se sintiera en casa. Y caminar sobre el escenario, sobre todo, si quiere ver a alguien de cerca.
Lo ideal es que él coordine, con anticipación, con los encargados de las luces para que, al hacer una señal, puedan encender o proyectar en cierto espacio del auditorio un haz de luz, sobre todo, si lo que pretende es interactuar más con el público presente.
“Voy a abordar ese punto más adelante.”
Si el conferencista está ante una audiencia que tiene la intención de participar activamente en el debate, tiene que aprovechar esa oportunidad al máximo. Si le hacen una pregunta, que se adelanta al orden en que están dispuestas las diapositivas, entonces la persona tendrá ‘saltarse’ a ese punto de inmediato.
“¿Pueden leer esto?”
La regla común es hacer que el tamaño de la fuente en las diapositivas sea mucho más grande de lo normal. El expositor no tiene que poner en aprietos a los presentes utilizando letras pequeñas.
Déjenme leer esto por ustedes.
El que está parado sobre el estrado no debería haber colocado una gran cantidad de texto en cada diapositiva. Debería resultar sencillo el hecho de pasar al siguiente punto. La gente no querrá pasar buena parte de su tiempo leyendo un texto. Eso hará que centren su atención en un ‘punto’ (PowerPoint) opuesto al deseado (conferencista).
“Apague su teléfono/ordenador portátil /tablet.”
El expositor puede pedirle a la audiencia que ponga sus dispositivos en modo silencioso, pero no exigirle que los apaguen. Y es que la gente puede publicar a través de las redes sociales cosas interesantes de la exposición.
“Responderé ahora mismo esa pregunta.”
En lugar de esto, el conferencista debería decir “voy a repetir esa pregunta para que todos puedan escucharla y luego ofreceré una respuesta”. Hacer esto le dará a él un poco más de tiempo para pensar en una respuesta impresionante.