Las grandes corporaciones pueden invertir en negocios vinculados con la actividad de la matriz(estrategia competitiva) o sectores no relacionados(estrategia corporativa). Para Sergio Olavarrieta, profesor invitado en la XXVII Semana Internacional de ESAN, no se ha demostrado cuál táctica es más exitosa.

“Es un tema de estructura, cómo se configura la organización, y cómo aprovecho las sinergias y establezco los controles. Cómo organizo mis portafolios es tan importante como a qué negocios entro”, resumió.

Una de las razones para diversificarse -explicó el docente- es el atractivo de algunos negocios en rápido crecimiento.

“La estrategia corporativa es un esquema en el que da lo mismo el rubro, si está barata la compro. Lo importante es identificar oportunidades. Es un modelo distinto porque los gerentes de la matriz no tienen que ser expertos en todas las áreas. No es necesario tener conocimiento al interior”, sostuvo.

Cuando adquiero una empresa relacionada, puedo beneficiarme si está barata, pero -advierte- el objetivo principal es aumentar la rentabilidad mejorando la gestión, es decir, se exige la transferencia de conocimiento.

En contraste, agregó, si la corporación es muy diversificada, la idea es solo controlar las utilidades de los negocios “lejanos”.

Durante un tiempo -comentó Olavarrieta- se puso de moda en los sesentas o setentas la expansión no relacionada, por la regulación antimonopolio de EE.UU., que no permitía a la empresa crecer dentro de su propio sector.

“Hoy existe empresas relacionadas a las que les va muy bien, como el Grupo Falabella, que es de retail y servicios, pero a otros muy diversificados, como el Grupo Intercorp, también les va bien”, agregó.