¿Estrés? Tres fórmulas para superar la tensión laboral

A pesar de que experimentamos el estrés como algo angustiante, en realidad puede ser un barómetro de cómo usted está comprometido con las cosas que lo hacen feliz

Las cosas no tienen por qué ser así.
Las cosas no tienen por qué ser así.

Piense en la última vez que se sintió estresado. (Para muchos, ese momento podría ser justo… ahora.)

Tal vez su corazón está un poco acelerado, el dolor de cabeza no para o siente como si sus ojos fueran a salirse. Es probable que usted sienta como si estuviera corriendo hacia una meta a la que no está seguro si va a llegar porque está llevando algo pesado en su espalda. Y todo el tiempo tiene esa idea en la cabeza de que “¡esto no es bueno para mí! ¡Necesito eliminar el estrés!”

Tengo noticias para usted: las cosas no tienen por qué ser así, según Erin Greenawald de The Muse.

En una reciente conferencia de 99U, la psicóloga e investigadora Kelly McGonigal compartió un adelanto de su próximo libro, The Upside of Stress (Más allá del estrés), que ha cambiado la forma en que ella ve y experimenta situaciones de estrés.

Curiosamente, mientras ahondaba en sus investigaciones acerca del estrés, McGonigal encontró que los países donde los ciudadanos reportan tener mayor estrés, también suelen tener un PBI más alto, mayor esperanza de vida, y calificaciones más altas en la escala de felicidad. Y encontró que las personas que tienen un mayor estrés también tienden a tener más alegría, sentido, aprendizaje, amor y risa en sus vidas.

“A pesar de que experimentamos el estrés como angustiante, en realidad puede ser un barómetro de cómo usted está comprometido con las cosas que lo hacen feliz”, dice McGonigal.

¿Cuál es el truco? Con el fin de obtener los beneficios positivos del estrés y no los negativos, usted tiene que cambiar su mentalidad y pensar de manera más positiva. Puede sonar como una situación paradójica, pero McGonigal comparte tres simples sugerencias para poner esto en práctica.

1. Relacione el estrés con sus valores y objetivos
Cuando usted está estresado, a menudo significa que se está exigiendo al máximo por sobresalir, trabajando en algo que realmente le importa, o tratando de dejar su huella en el mundo. Pero cuando está trabajando en algo tan importante para usted, el estrés a menudo nubla su visión por lo que tiene dificultades para ver la meta más grande.

La próxima vez que esté en una situación de alta presión, trate de pensar en todo el panorama en lugar de ese momento en particular. Si se dirige a una entrevista de trabajo, piense en por qué usted está entusiasmado con ese trabajo y cómo se relaciona con sus ambiciosas expectativas profesionales. Si se siente preocupado por un proyecto en el trabajo, recuérdese a sí mismo por qué usted está motivado por él, en lugar de preocuparse de cómo va a lograr que se haga.

En otras palabras, averigüe por qué el estrés vale la pena, y luego céntrese en eso en vez de en la sensación abrumadora inmediata. Esto permitirá que el estrés le ayude a ir hacia el objetivo, en vez de detenerlo.

(Nota: Si usted no encuentra nada valioso con qué estar ligado, tal vez sea hora de empezar a buscar un nuevo trabajo que valga la pena que su corazón lata tan rápido.)

2. Busque el lado positivo
Por supuesto, no todas las situaciones exigentes están relacionadas con algo que nos apasiona. Por ejemplo, cuando fallece un ser querido, o cuando se rompe una tubería y se inunda su casa, o cuando termina una relación amorosa. Sin duda, el estrés de estos momentos es justificado y comprensible ¿verdad? No hay lado positivo aquí.

No exactamente.

McGonigal compartió los resultados de un estudio, en el que se les pidió a los participantes pensar en una experiencia difícil que haya ocurrido recientemente o estén pasando. Un grupo simplemente pensó en ella, como la mayoría de nosotros lo haría. Al otro grupo se le dijo que vea esta experiencia como una oportunidad para crecer o que busque algo positivo. Si bien este grupo aun sentía estrés al pensar en estas experiencias, su respuesta fue más positiva, y su perspectiva mucho mejor al final del ejercicio.

La próxima vez que usted esté pasando por una experiencia difícil, busque la pequeña parte buena o de crecimiento que puede obtener de ella. Si lo hace, evitará que el estrés tome el control de su vida.

3. No tiene porque ser tan malo
En otro estudio que compartió McGonigal, un grupo de personas fueron sometidas a la difícil situación de hablar en público, no sin antes recibir feedback que luego tenían que poner en práctica. Antes de realizar este ejercicio, un grupo de participantes observó un breve vídeo que explicaba los perjuicios del estrés (que ya todos conocemos). Otro grupo, sin embargo, vio un video que explicaba que, contrariamente a la creencia popular, el estrés no era tan malo, sino más bien una oportunidad para mejorar.

Los que hablaron en público con la mentalidad de que el “estrés puede ayudarles a mejorar” sintieron estrés, pero se desenvolvieron mejor y estaban más propensos a aprender y crecer a partir de esa experiencia.

De este modo, simplemente cambiando su pensamiento sobre el estrés y entendiéndolo como una fuerza positiva puede ser suficiente para cambiar la forma en que impacta su vida.

“Una vida con sentido es también una vida estresante”, bromeó McGonigal al final de su charla. La próxima vez se encuentre en una situación difícil, no deje que lo hunda, sino deje que lo impulse hacia adelante mediante el uso de uno de estos sencillos trucos para cambiar su forma de pensar.

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